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Varios autores

I. De la Prehistoria al Gótico / II. Del Renacimiento a la actualidad

Toledo, 2017. Almud Ediciones, 302+319 pp.

Hablar de Castilla-La Mancha en tiempos pretéritos, cuando el territorio así denominado ahora estaba ocupado por gentes que no tenían la menor idea de que en un futuro lejano existía tal concepto geográfico-administrativo, entraña severos riesgos, como en más de una ocasión se ha puesto de relieve, porque nada hay, anterior a nuestro tiempo (o sea, antes de 1978) que permita encontrar signos de identidad, más allá de algunas concomitancias costumbristas o folklóricas, que signifique alguna vinculación de intimidad social entre las cinco provincias que finalmente terminaron por constituir el territorio de esta Comunidad Autónoma.

            Pese a esta realidad, la editorial Almud viene insistiendo, con una constancia sin duda meritoria y merecedora de todos los reconocimientos, en ofrecer esos signos identitarios a través de una muy cuidada, ya amplia, colección de libros en que se busca los puntos de confluencia común en las cuestiones que se abordan, línea de trabajo a la que se une ahora un título verdaderamente valioso y, sobre todo, muy útil, porque permite obtener una visión de conjunto sobre los elementos locales que integran un panorama tan amplio como es el de la creación artística, incluyendo en este concepto dos que, según la ortodoxia generalmente aceptada, deberían ser diferenciados en Arquitectura y Artes Plásticas (distinción que alguno de los autores de la obra insinúa como conveniente) y que aparecen unificados bajo un mismo postulado editorial y que, sin embargo, deja fuera otro amplio apartado, el de las Artes de nuevo cuño, incluyendo el Cine.

            Matizaciones aparte, seguramente innecesarias para el propósito de este comentario y volviendo a la propuesta concreta que se nos hace en este verdaderamente valioso esfuerzo editorial, conviene señalar que nos encontramos ante un trabajo de altos vueltos en su planteamiento y muy eficaz resultado en su formulación práctica. La obra aparece sólidamente estructurada en las etapas histórico-artísticas convencionales y dentro de la disparidad de tratamientos aportados por los diversos autores, el conjunto ofrece una meritoria uniformidad, debida sin duda a la hábil mano del coordinador de la edición, el especialista Miguel Cortés Arrese, que consigue verdaderamente cumplir con creces el propósito enunciado en el título, en forma de panorama sobre el arte “en” Castilla-La Mancha y es justo señalar lo apropiado de la preposición localista que determina con precisión el objetivo buscado. Ese trabajo inicial encuentra su correlato en la justeza de los textos concretos que abarcan los diversos periodos analizados y que, en la imposibilidad de comentarlos todos en detalle, nos limitaremos a señalar:

            “De la Prehistoria a Roma”, Silvia García Alcázar; “Parques Arqueológicos”: Alarcos-Calatrava, Antonio de Juan García; Segóbriga, María Rosario Cebrián Fernández; Recópolis, Laura Marúa Gómez García; Carranque, Miguel Cortés Arrese; “Arte Visigodo” y “Arte románico”, José Arturo Salgado Pantoja; “Andalusí y Mudéjar”, Miguel Cortés Arrese; “Arte Gótico”, Sonia Morales Cano (con un ligero estremecimiento al leer que la catedral de Cuenca tiene puntos de encuentro con modelos anglonormandos): “Arte del Renacimiento”, Pedro Miguel Ibáñez Martínez; “Domenikos Theotocópoulos, el Greco”, Miguel Cortés Arrese; “Arte Barroco”, Fernando González Moreno; “Arte de la Ilustración”, Adolfo de Mingo Lorente; “El arte del siglo XIX, entre la tradición y la novedad”, Silvia García Alcázar; “Tramas, temas, nombres, tipos, géneros: arte de los siglos XX y XXI”, José Rivero Serrano, en cuyo texto se incluye una sorprendente pregunta: “¿Cómo fue posible que el Museo de Arte Abstracto de Cuenca obtuviera tal nombradía y repercusión?”, interrogación que queda en el aire, sin que el autor ofrezca la esperada respuesta.

            Es claro que nos encontramos ante una obra de importancia considerable, entre otros motivos por su novedad y originalidad, alcanzando el nivel de texto obligado de consulta para cuantos, por un motivo u otro, tengan (tengamos) curiosidad por saber algo más de lo que tiene que ver con el territorio en que vivimos. Y que se incrementa por la cuidada ilustración que acompaña al texto y la abundante bibliografía  con que termina cada uno de los capítulos.

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