La provincia es una fiesta cultural

El verano nos trae un amplísimo y bien cargado programa de eventos marcados por el denominador común de la cultura. Lugares que en todo el año no saben lo que es un concierto, una conferencia o una exposición, sacan fuerzas de donde hay pocas y ponen sobre el tapete un repertorio de iniciativas, algunas comunes pero otras, bastantes, señaladas por la originalidad de la propuesta y la seriedad de la organización. Son tantas ya que algún organismo oficial o privado, sea la Diputación provincial, la Asociación de Hostelería, o alguno parecido, haría bien en preocuparse de preparar una programación conjunta, a efectos informativos, con el objetivo de que nadie se pierda en la maraña de fechas, citas y convocatorias, como en ocasiones sucede bien por falta de eficacia en la comunicación o por simple distracción de quien confía en la memoria y cuando se da cuenta ya ha pasado la oportunidad de acudir a donde le hubiera gustado estar.
       Sin querer establecer aquí una jerarquía cronológica sí parece conveniente citar que la más antigua celebración todavía vigente es la Alvarada Medieval de Cañete, iniciada en 1999 y recién terminada hace unos días, que este año ha cumplido su 19ª edición, seguida muy de cerca por A Valeria Condita, que en Valeria ha cubierto esta misma semana su 16ª edición, fijando así esa doble referencia, a la Edad Media y a la cultura romana, que son, desde luego, dos de los pilares históricos en que se apoya la esencia de nuestra provincia, unificando en las celebraciones la dimensión estrictamente cultural con la lúdica, pues en ningún sitio está escrito que sean actividades contrapuestas.
       En el verano de 2005 se puso en marcha en Beteta el ciclo de concierto que se ampara bajo el título de Festival Internacional de Música Serranía de Cuenca y es igualmente una propuesta muy meritoria similar a la que en Huete se viene desarrollando, desde hace diez años con un Ciclo de Conciertos que se desarrolla en escenarios de monumentos rehabilitados, como es el caso del bellísimo ábside de la iglesia de Santa María de Atienza. Importante también la cita en Cardenete, donde llevan cuatro años organizando un ciclo de conciertos en su recuperado magnífico órgano de la iglesia.
      Desde otro punto de vista completamente diferente, hace unas semanas se han celebrado las VI Jornadas de la Villa romana de Noheda, en esta ocasión con la oportunidad de que los asistentes pudieran, al fin, visitar y conocer de manera efectiva el resultado de los trabajos de recuperación del mosaico.
      En Barchín del Hoyo desarrollan este año la 5º Feria Íbera, en Casasimarro el 4º homenaje a la guitarra y en El Provencio una nueva edición, la octava, de la Feria del Comic, mientras que Enguídanos festejarán la II Fiesta de la Celtiberia.
       En Tarancón han celebrado ya, el mes pasado, su veteranísimo Festival de Folklore y en Segógriba se unen a la fiesta provincial colectiva, con la celebración, el próximo día 18, del I Festival Segóbriga Inmortal, en el anfiteatro del parque arqueológico, con la oportunidad añadida de poder visitar la que fue hermosa ciudad hispano-romana.
       Títulos a los que, sin duda, se pueden añadir otros más que, precisamente por las dificultades de los canales de comunicación, desconozco o no tengo ahora a mano la información necesaria. Y que se puede completar con el listado, también considerable, de los festivales de música, que empiezan, por orden de antigüedad, con el Alcarria Rock de Torralba, y siguen con el Tin&Rock, de Tinajas; el Raspa Rock de El Herrumbar, el Locaa Festival de Villalba del Rey, el Algibe Rock de Santa María de los Llanos, el popularísimo y singular Caño On, de Tarancón, que cumple ya 13 ediciones, El Despertarrock de Campillo de Altobuey, el Marca Propia, de Ribatajada y el Rock&Chumillas, que cobra vida en este pequeño pueblo del interior provincial.
       De la capital no hablo aquí. Vuelvo al comienzo. En la provincia se está realizando un gran esfuerzo para mostrar que está viva y tiene iniciativas. Todo eso debería aglutinarse, a efectos informativos, mediante un programa general en el que se recoja todo lo que se hace. Para que nos enteremos y podamos organizarnos.


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