La verdad, los crímenes y Wikipedia

De vez en cuando salen en algunos medios alusiones o referencias a la película El crimen de Cuenca, de Pilar Miró, un tema siempre de actualidad y más en los próximos meses, a medida que nos acerquemos al 40 aniversario de su polémico estreno. Me ha sorprendido que en varios de esos comentarios recientes se ha deslizado alegremente la afirmación de que sobre ese asunto, el famoso crimen que no fue crimen sino error judicial, existe una novela escrita por Alicio Garcitoral y titulada del mismo modo. En el colmo de la alegría, incluso se llegan a señalar detalles morbosos que el escritor aporta en la narración. La fantasía de un articulista puede ser ilimitada.
       Lo diré en seguida: la novela de Alicio Garcitoral no tiene nada que ver ni con el crimen de Cuenca, sucedido en Albalate de las Nogueras en 1893 ni con el error judicial de Osa de la Vega, surgido en este pueblo de la Mancha en 1910. La obra de Garcitoral es un relato autobiográfico de su experiencia como gobernador civil de Cuenca en los dos primeros años de la República (1931-1932). Eso significa algo muy sencillo: quienes mezclan todas las cosas no han leído ni tienen referencias sobre la novela del primer gobernador republicano de Cuenca y, tampoco se han preocupado por enterarse.
      Aunque es relativamente frecuente encontrar casos de personas que hablan o escriben de lo que no conocen, en este caso me parece haber localizado la fuente de donde mana la confusión: Wikipedia, ese utilísimo mecanismo y fondo documental en el que bebemos todos pero que es, a la vez, un almacén de despropósitos que conviene espurgar y depurar para establecer con certeza la verdad de lo que ahí se difunde.
       Wikipedia, en su artículo sobre El crimen de Cuenca, lo decía así: “Sobre estos hechos auténticos, el escritor Alicio Garcitoral, gobernador civil de Cuenca cuando ocurrieron, escribió su novela social El crimen de Cuenca (1932)”. Alguien ha debido advertir del error a la enciclopedia virtual, que ha corregido la anterior versión para decir ahora: “inspirado por estas experiencias escribió El crimen de Cuenca, una novela fundada en un error judicial real” con lo que sigue insistiendo en vincular la novela de Garcitoral con el disparate judicial sobre el crimen que nunca existió. Qué difícil es reconocer la verdad y, más difícil aún, corregir los errores.
       Alicio Garcitoral ya era un joven escritor de cierto prestigio cuando llegó a Cuenca. Articulista empedernido, había publicado varias novelas, marcando en una y otra actividad una corriente de tipo social muy en boga en aquellos tiempos, en que resultaba casi necesario denunciar las injusticias que se estaban cometiendo y que la joven, inquieta República, pretendía superar para implantar en el país un sistema marcado por la igualdad, la libertad y el progreso. Con esas ideas, cerca de la utopía, llegó a Cuenca para encontrarse con una provincia anclada no solo en el inmovilismo, sino en el reaccionarismo absoluto, con una clase política auténticamente caciquil y una iglesia que intervenía de manera abierta en la protección de los poderosos.
       Con ese cuadro se encontró el iluso y atrevido gobernador Garcitoral y ese es el ambiente que recogió en su novela, que es también el relato de su fracaso personal, porque nada pudo hacer contra el sistema establecido. La novela es a la vez un retrato de la Cuenca republicana y una autobiografía de la experiencia personal de su autor en la que resulta muy entretenido intentar reconocer a los personajes que forman el entramado narrativo. Pero debe quedar claro, y en eso quiero insistir como aviso a futuros navegantes, que Garcitoral no habla para nada de ningún crimen real.
                                                 

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