N. Cuenca / M. Valencia, 1687

Las referencias biográficas mezclan y confunden a Diego Onofre Descals y Escrivá de Salcedo con su hijo Diego Descals y Salcedo. Intentaremos desentrañar el enredo, contando con que en el Archivo Municipal de Alicante se conservan numerosos documentos relativos a la familia de los Descals, afincada en Cocentaina y con señorío sobre la alquería de Benific en Muro, conocida también en la zona como alquería de los Descals. Según estos datos, Diego Onofre fue desheredado por su padre al contraer matrimonio en contra de la opinión de éste pero sin que sepamos cómo ni por qué, aparece como médico residente en Cuenca, donde trabajaba al servicio de la catedral, al que se le atribuye un folleto titulado Información y defensorio contra la mala voz de pestilencia que ha corrido en ambas Castillas, Reynos de Aragón y Valencia, contra esta ciudad de Cuenca, impreso por Salvador de Viader en 1647 y que, como señala Antonio Herrera en su Bibliografía, tiene interés porque “es el único impreso que trata de la epidemia del XVII, del que tenemos referencia”. Existen dos ejemplares, uno en la Biblioteca Nacional y otro en la Real Academia de la Historia.

Ahora bien: el folleto en cuestión aparece firmado por Diego Descals y Salcedo, que es realmente el de su hijo, nacido en Cuenca y notable jurista al servicio de la corona, lo que abre las dudas sobre la autoría real de este texto; si fue el padre, médico, debería haber inscrito su nombre real, pero si fue el hijo se viene arrastrando una atribución incorrecta, sin que aquí nos encontremos en condiciones de poder dilucidar con precisión este enigma.

Diego Descals y Salcedo se graduó en Derecho canónico y civil en la Universidad de Salamanca, pasando a continuación a ser lugarteniente de corregidor y alcalde mayor en la misma ciudad, dando así inicio a una larga carrera administrativa que le llevó a desempeñar cargos en todo el país, lo que le sirvió para ganar prestigio suficiente para ser destinado a la Real Audiencia de Cerdeña, donde combatió con mano dura el bandidaje que se había extendido por la isla. Volvió a la península como oidor de lo criminal en la Real Audiencia de Valencia, en la que continuó actuando con similar severidad contra toda suerte de delincuencia, interviniendo en varios sonoros incidentes en Albaida y Onteniente. Fue en este periodo cuando promovió una serie de documentos relacionados con su familia y posesiones, a los que nos hemos referido al comienzo y con los que pretendía recuperar algunos privilegios perdidos. En esa labor de reivindicación también publicó varias obras, citándose entre ellas la “Mystagogica Gentilica y Exhumacion Familiare” (publicada en Valencia, en los talleres de Francisco Mestre, en 1681); y el “Origen, Casa y Familia de Scals, o de la Scala, heredada en las montañas del Reyno de Valencia desde su conquista, y sita en la antiquisima villa de Cocentayna” (en Valencia por el mismo editor), obras que fueron referenciadas por los más acreditados bibliógrafos de la época, como Nicolás Antonio, Fray Joseph Rodríguez (quien lo tilda de “insigne poeta, superior latino, consumado retórico, eminente orador y gran ministro”) y Vicente Ximeno si bien en el Catálogo Colectivo Bibliográfico solo aparece referenciado un breve folleto impreso en Salamanca en 1659. Casó con María de Salmerón y Frías, oriunda de la villa conquense de Torralba y fueron padres de Diego Félix de Scals y Salmerón, que también fue fiscal de la Real Audiencia. Murió en Valencia en 1687.

Referencias: Josep Lluis Santonja, La Información (Alicante), 12-09-2007.

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