Capistrano de Moya, Jácome

N. Pinarejo 30-10-1737 / M. Fuente de Pedro Naharro, 1815

Cura párroco de Fuente de Pedro Naharro, tras haberse graduado de bachiller en Teología. Desde niño mostró afición a la historia y la arqueología, que luego desarrolló como investigador y escritor. Por sus trabajos mereció el título honorífico de anticuario mayor del obispado, además de ser académico correspondiente de la Real de la Historia. Preparó un opúsculo titulado “Apología o discurso en favor del Sínodo de Pistoya y contra el opúsculo que don Josef Clemot y Lara, cura de Casasimarro, en este obispado, ha escrito contra dicho Sínodo» que fue prohibido, igual que la que era objeto del ataque de don Jácome, al que corresponde un papel de cierta importancia en la información que hizo pública sobre los trabajos iniciales para poner al descubierto el yacimiento arqueológico de Cabeza de Griego. En efecto, en la publicación que hizo en 1792 de la Noticia sobre las excavaciones… describe de manera muy detallada los hallazgos arqueológicos producidos por el paraje hasta el año 1790, comenta y transcribe las lápidas de los obispos Sefronio y Nigrino, hace un análisis crítico muy lúcido de las opiniones que habían expresado diversos investigadores y, por fin, realiza una descripción topográfica del cerro Cabeza de Griego y de la disposición de los restos antiguos para aventurar, con fundamento, que allí estuvo situada la antigua ciudad de Segóbriga, en contra de otras opiniones que pretendían atribuir el yacimiento a Ercávica. La Real Academia de la Historia se hizo eco de esta publicación y comisión a José Cornide para que realizara una investigación detallada del sitio, tarea en la que le acompañó Capistrano, colaboración que fue reconocida con el nombramiento de académico correspondiente, contribuyendo así de manera decisiva a la que habría de ser definitiva localización de Segóbriga, en contra de la opinión de Manuel Risco, favorable a situar allí la legendaria Munda. En años posteriores, continuó enviando a la Academia noticias sobre otros hallazgos arqueológicos. Controvertida fue también la polémica intelectual que mantuvo Capistrano con otro paisano no menos ilustre, Hervás y Panduro, sobre las relaciones e interferencias mutuas entre el obispado de Cuenca y la Orden de Santiago.

Obra publicada

Noticia sobre las excavaciones executadas en el año pasado de 1789 en el sitio llamado Cabeza de Griego (Madrid, 1792), con un apéndice (Alcalá de Henares, 1795)

Paraphrasis elegiaca in Hieremiaae Threnas cum dissertatione de alphabeto hebraeo (Alcalá, 1794)

Apéndice i demostracion del dia y año de la muerte de Sofronio, obispo santo de Segobriga (Alcalá, 1795)

Confutación de los señores Abate Hervás, sobre supuesta intrusión del obispo de Cuenca en pueblos de la orden de Santiago; y del P. Maestro Risco y abate Masdeu sobre el verdadero sitio de la antigua Segóbriga (Cuenca, 1802).

Referencias: Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Ediición de Ángel González Palencia, II) Cuenca, 1954, p. 203/ Trifón Muñoz y Soliva, Historia de la Muy N. L. e I. Ciudad de Cuenca; Cuenca, 1867, II, pp. 846-847.