ZÚÑIGA, Guillermo

GUILLERMO FERNÁNDEZ LÓPEZ-ZÚÑIGA

Cuenca, 27-04-1909 / Madrid, 05-01-2005

Naturalista y cineasta, renunció a su nombre completo para utilizar sólo el de Guillermo Zúñiga con el que firmó su larga y variada obra, la de un pionero en el cine documental y científico, territorio prácticamente inexplorado en España hasta que él se lanzó a descubrir las inmensas posibilidades de un género que ya contaba con notables ejemplos en otros países.

Nació huérfano de padre, muerto dos meses antes de que llegara a este mundo. Tiempo después, su madre, Vicenta, contrajo nuevo matrimonio con Juan Giménez de Aguilar, una de las más destacadas personalidades intelectuales de la primera mitad del siglo XX en Cuenca. Que debió ser una influencia positiva en el niño lo demuestra el hecho de que Guillermo eligió la carrera de Ciencias Naturales, disciplina en la que su padre adoptivo era catedrático en el Instituto de Cuenca. Se licenció en la Universidad Central (1932) e inició un breve periodo docente en el Instituto Escuela (1933), pero para entonces ya había sentido la llamada del cine, que concebía como un elemento básico y de gran utilidad en tareas educadoras aplicadas a los estamentos populares. Convencido de ese papel, se incorporó a los programas de culturización impulsados por la República a través de Misiones Pedagógicas, participando en 1931 en las de Ayllón (Segovia) y entre enero y febrero de 1932 en las de Navalcán (Toledo), Beteta y Mariana (Cuenca), y en agosto de 1934 en Alcázar del Rey y Buenache de la Sierra, también en Cuenca.

Guillermo Fernández López-Zúñiga en pleno rodaje de una de sus películas

Como viajaba no sólo con el proyector de películas sino con su propia cámara de filmación, en este periodo rueda su primera película, Boda en Navalcán, si bien él mismo consideró siempre que el primer film verdaderamente visto por el público fue Por Marruecos, país que había visitado formando parte de una expedición científica dirigida por Cándido Bolivar y financiada por la JAE, de donde volvió impresionado por todo lo que allí había visto y que contribuyó sobremanera a definir su definitiva vocación hacia el cine científico y documental, de manera que inmediatamente comenzó a dar los primeros pasos en este ámbito realizando entre 1934 y 1935 La vida de las abejas, en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, que sirvió de apoyo para la tesis doctoral que estaba realizando el biólogo Carlos Velo y que contó con el apoyo de una beca de la JAE. Fue un trabajo verdaderamente espectacular en el que mostraba las posibilidades extraordinarias que ofrecía el cine para obtener imágenes minuciosas del  mundo animal y que sirvió para que empezara a ser llamado por otros científicos para actuar como operador de cámara en diversos trabajos de laboratorio con animales.

Animado por esta experiencia, ambos prepararon otro documental sobre la vida de las hormigas, que no se terminó, pero López-Zúñiga empezó a ser llamado por otros científicos para actuar como operador de cámara en diversos trabajos de laboratorio con animales. Igualmente se frustraron otros proyectos, como una expedición al Amazonas, a causa de las dificultades económicas que ya aparecían en la convulsa situación española de esos años.

Fue movilizado al comenzar la guerra civil  pero pronto se le destinó al departamento cinematográfico incorporándose al equipo del noticiario España al día, que editaba Laya Films para la Generalitat de Cataluña, participando en filmaciones de operaciones militares, la instrucción de los soldados, el manejo de las armas, construcción de trincheras, etc. Más tarde, el director del noticiario, Florentino Hernández Girbal, le encargó la edición de un nuevo formato dedicado a los jóvenes, Gráfico de Juventudes, producido por las Juventudes Socialistas Unificadas, cuyo responsable político e ideológico era Fernando Claudín, con filmaciones que duraban entre siete y diez minutos. En 1937 acompañó al documentalista Joris Ivens a Fuentidueña de Tajo para poder rodar escenas para su película The Spanish Earth (Tierra de España).

Al término del conflicto, mientras su padre adoptivo Giménez de Aguilar era encausado y condenado a muerte, castigo que se le conmutó por el de prisión, muriendo en la de Alcalá de Henares, Guillermo Zúñiga eligió el camino del exilio, primero en Francia, internado en los campos de Argelès y de Bram, antes de encontrar trabajo en la fábrica de armas de Tulle. En noviembre de 1939 se afilió al Partido Comunista incorporándose a las milicias de la Resistencia frente al invasor alemán, hasta que fue apresado y encarcelado en el campo de concentración de Gurs, de donde pudo escapar librándose de ser trasladado a los campos de exterminio en Alemania. y viviendo en la clandestinidad con el nombre de Guillermo Zúñiga López.

Tras la liberación pudo reanudar su trabajo cinematográfico, primero en el Comité Nacional France-Espagne y en 1946 como montador en el Unitarian Service Committee, pasando luego con el mismo oficio a Les Filmes Osso, mientras desarrollaba un amplio nivel de contactos con destacados científicos y documentalistas, si bien de esta época existen muy escasos datos, hasta que a finales de 1946 emprendió viaje a Buenos Aires, llamado por el escenógrafo Gori Muñoz y los escritores Alejandro Casona y Rafael Alberti, que le habían conseguido un contrato de trabajo en los Estudios Cinematográficos San Miguel, propiedad del navarro Miguel Machinandiarena donde comenzó como ayudante de cámara en La cumparsita (Antonio Momplet, 1947) y La serpiente de cascabel (Carlos Schlieper, 1947) continuando luego en otras ocupaciones, hasta concluir esta etapa como coordinador general de producción en la compañía cinematográfica. Durante esta etapa, aparece en los títulos de crédito, desempeñando diferentes funciones, en más de veinte películas, la mayoría no estrenadas en España, como se detalla en la filmografía que incluimos al final, hasta concluir esta etapa como coordinador general de producción en la compañía cinematográfica.

De modo simultáneo continúa su dedicación al cine científico utilizando restos de celuloide sobrante de los rodajes de los estudios San Miguel, lo que le permitió rehacer Las abejas en 1951, premiado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos como mejor cortometraje de ese año. Otro proyecto realizado por La flor de irupé, sobre una antigua leyenda paraguaya, del que sólo se conservan algunos fotogramas y Solo de quena, rodado en ferraniacolor, destruido en un incendio del laboratorio donde se estaban realizando las copias.

Tras abandonar Estudios San Miguel en 1951, inicia una colaboración con Hugo del Carril y Lina de Machinandiarena rodando varias películas, pero como es una ocupación discontinua, regresa a sus orígenes docentes incorporándose al Instituto Argentino de Arte Cinematográfico impartiendo asignaturas como Producción o Cine científico. En 1954 participó en el rodaje de un documental sobre la Antártida pero a su regreso se encontró de nuevo con la necesidad de sobrevivir, encontrando un trabajo remunerado en la filmación de fotonovelas para TV, etapa que finalmente pudo soslayar preparando su regreso a España donde empezaban a plantearse nuevas posibilidades mediante cooperativas de producción, encontrando acomodo en una de ellas, UNINCI (promovida por directores y actores vinculados al Partido Comunista en la clandestinidad), a través de la cual aún mantuvo algunas colaboraciones con el cine argentino pero en la que fue progresando hasta llegar a ocupar a gerencia. A la vez, desarrolló gestiones para conseguir la distribución en España de películas extranjeras de países con los que aún no se mantenían relaciones, como Polonia o Checoslovaquia, e incluso una propuesta para importar varias películas soviéticas, intentos que en esos momentos no pudieron fructificar por motivos políticos. Son actividades vinculadas con la producción pero que no le distraen de su objetivo fundamental, conseguir volver al cine científico.

El primero de la izquierda es Guillermo Zúñiga. A su lado está el hijo de Valle Inclán y a continuación Juan Antonio Bardem y Francisco Rabal, todos ellos implicados en la productora Uninci, promovida por el Partido Comunista.

Puede sorprender el dato del pronto retorno de López Zúñiga a España, en los momentos más duros de la dictadura franquista, cuando otros muchos intelectuales debieron esperar a la suavización de las condiciones ya en la década siguiente y algunos incluso no pudieron retornar más que a la muerte de Franco, con la recuperación de la democracia. Para ilustrar lo sucedido se abre ante nosotros una hipótesis carente de sustento en datos reales, pero que cabe dentro de lo posible. La pista nos llega al encontrar de inmediato el nombre de Clemente Pamplona como director de la segunda película en la que Zúñiga encuentra trabajo (1957) y que mantenía una gran amistad con Federico Muelas, en esos momentos figura destacada en el staff administrativo del ministerio de Información y Turismo. Muelas y López-Zúñiga habían sido vecinos en Cuenca, pues las respectivas viviendas familiares estaban muy próximas, junto a la Puerta de San Juan por lo que ambos debieron conocerse cuando eran niños y jóvenes. De hecho, el poeta menciona al cineasta en uno de sus artículos recordando cuando ambos coincidieron en la Facultad, en Madrid, situación que Muelas rememora como que el otro era un alumno destacado, de los de superior prestigio en el ámbito académico. Federico Muelas fue el padrino de la primera hija de Clemente Pamplona, la actriz Amparo Pamplona, lo que indica que entre ambos había una intensa amistad. ¿Propiciaron ambos, Muelas y Pamplona, el retorno de López Zúñiga, el uno limando problemas burocrático-políticos en el ministerio, el otro facilitando su reinserción en el mundo laboral del cine español? Que la amistad entre Muelas y Zúñiga existía lo prueba la presencia del poeta, como relator, en varios de los cortometrajes realizados por el cineasta a su regreso a España: La aventura de Api (1964), Florinda y el viento (1965), Un pequeño colonizador verde (1968), El mejillón en Galicia (1970). La hipótesis queda abierta y probablemente nunca recibirá una respuesta satisfactoria.

En 1965 recibió una beca del ministerio de Economía de Francia para realizar estudios de cine científico, que se complementó en 1966 con otra de la Fundación March. También en 1965 consiguió cumplir un viejo propósito: fundar la Asociación Española de Cine Científico, en la que figura como presidente y en la que se integraron no solo realizadores cinematográficos sino catedráticos e investigadores convencidos de la utilidad del cine en el aula o el laboratorio. Uno de ellos fue el conquense Ángel del Campo Cerdán incorporado al grupo años después de la fundación. Zúñiga retomó su actividad docente como profesor en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid entre 1967 y 1972 impartiendo la asignatura “Cine científico y sus técnicas”. Se encargó de la organización de las Primeras Jornadas Internacionales de Cine Científico de la Universidad Complutense de Madrid en 1971 y fue Jefe del Servicio de Cine Científico del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid (1975-1977). En el año 2007 la entidad que había fundado cambió su nombre por el Asociación Española de Cine e Imagen Científicos.

En ese periodo, el realizador conquense participó en numerosos congresos y actividades internacionales vinculadas con su especialización, trayectoria que culminó con el homenaje que se le tributó en 2001 en la I Semana de la Ciencia y la Tecnología, organizada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en la que se proyectaron algunas de sus películas. Estas ocupaciones no impidieron que el cineasta continuara su labor creativa, para lo que fundó su propia productora, Zúñiga Films, desde la cual realizó y dirigió documentales científicos de diversa índole como Las aventuras de Api (1964), que obtuvo el primer premio del Sindicato Nacional del Espectáculo en el mismo año y el primer premio “Pelayo de Oro” del III Certamen Internacional de Cine y Televisión de Gijón en 1965 por Florinda y el Viento (1965) ; Un pequeño colonizador verde (1968), al que se le concedió el primer premio del Sindicato Nacional del Espectáculo en 1970 ; El mejillón en Galicia (1971), para el que consiguió el primer premio “Cisne de Oro” de las Primeras Jornadas Internacionales de Cine Científico y Didáctico de la Universidad Complutense de Madrid en 1971 ; Guerra en el naranjal (1971), a la que la Asociación Internacional de Cine Científico otorgó el diploma de honor en el Congreso Internacional de la ISFA/AICS en 1972 ; La mosca de las frutas (1971) ; Encinares (1973) ; La lagarta (1973) ; El agua en la vida (1975), primer premio del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social, en la X Semana Internacional de Cine Médico de Motril, en 1980. Tardaría muchos años en llevar a cabo el que sería su último documental, El salmón de Asturias (1991).

A partir de 1973, el doctor Ysmael Álvarez, realizador de películas de cine al microscopio, se convirtió en el brazo derecho de Zúñiga, preparando algunas escenas para el documental Encinares (1973) y El agua y la vida (1974), sucediéndole en la presidencia de la ASECIC en 1994.

En el cine comercial español el nombre de Guillermo Zúñiga aparece en los títulos de crédito de varias películas en las que desempeñó diversas funciones relacionadas con el departamento de producción, como se detalla en la filmografía que sigue a estas líneas.

El archivo fotográfico de la guerra civil

Un reportaje firmado por Peio H. Riaño en el diario Público.es, el 06-08-2011 dio la noticia de haberse hallado un importante archivo personal sobre la guerra civil española, destapando miles de fotografías, películas, cartas y legajos documentales de Guillermo Fernández López-Zúñiga. Ni siquiera la familia era capaz de calcular la dimensión de los reportajes que pudo haber hecho como reportero durante aquel periodo. “Mi padre siempre llevaba una cámara encima, incluso cuando pasó por el campo de refugiados y de castigo francés. Esos eran los documentos de mi padre y él era no era muy comunicador”, explica la hija, Teresa, quien a la muerte de su madre, deshizo la casa familiar en Cuenca y donó todo aquel material a la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC), puesto que ella no estaba en condiciones adecuadas para conservarlo. A recoger el material acudieron Rogelio Sánchez, secretario general de la Asociación y el socio Fernando Camarero, que ha venido a ser el principal estudioso y conocedor de la obra de Zúñiga. Cargaron las cajas y se las llevaron. Cuando empezaron a abrirlas, descubrieron una sorpresa tras otra. Como dicen ellos, “es nuestro Forrest Gump, estaba en todas partes”. Cuando entraron a fondo en el material se dieron cuenta de que el trabajo excedía con mucho a los recursos limitados de la asociación, de manera que buscaron el apoyo de otra entidad con más medios técnicos y humanos, el Centro de Estudios de Migraciones y Exilios (CEME), ubicado en la UNED, para que sus documentalistas pudieran clasificar y catalogar todo el material. María García Alonso fue la encargada, al frente de un equipo de cinco personas, de poner manos a la obra de estudiar el archivo de Zúñiga; es ella la que subraya el papel que desempeñó el cineasta conquense en Misiones Pedagógicas: “La importancia de este material es que estuvo en lugares en los que sólo estuvo su cámara. Hay mucha gente que tuvo experiencias muy valiosas, pero su valor es de la mirada cinematográfica y fotográfica” que aportó a la realidad que tenía ante la vista.

A ese legado se añade el localizado en el verano de 2011 por la dirección general del Libro, Archivos y Bibliotecas del ministerio de Cultura, al comprar cerca de 300 fotografías que habían aparecido entre los fondos del PCE y de cuyo autor en principio no se tenían noticias pero del que se sabía que él mismo las había donado al partido. La intención oficial era en esos momentos enviar las fotos a Salamanca, al Centro Documental de la Memoria Histórica, mientras el resto de la documentación quedaría depositada en el Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares.

En ese inmenso material se encuentran imágenes impagables y únicas. Está el entierro de Largo Caballero, en el que aparece Dolores Ibárruri; estuvo en la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura, en Valencia, y ahí se puede ver a Alberti, María Teresa León, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, José Bergamín, Manuel Altolaguirre; fotografió el frente de Madrid y el de Aragón y filmó imágenes en campos de concentración, como el de Argèles-sur-Mer o el de Bram. Hay incluso un documental de 30 minutos, rodado en París en 1946 y titulado “El exilio español”.

En el reportaje que estamos citando, de Peio H. Riaño –en el que, por cierto, no se menciona para nada el nacimiento del cineasta en Cuenca-, se insinúa la existencia de un amplio desconocimiento sobre la vida personal de López-Zúñiga, algo que no es correcto del todo porque, como he explicado en la primera parte de este trabajo, su biografía es bastante conocida, al menos en líneas generales. Otra cosa es que, como dice Riaño, la familia estuviera algo desconectada de las actividades reales del hombre, según ha comentado su hija, Teresa, sobre todo en el terreno político: “No se sabe por qué, pero ocultó a su familia aquel momento de su vida. Quizás fuera para protegerlos, porque cuando regresa en 1957 del exilio argentino no es perseguido, ni represaliado a pesar de su actividad en el PCE”. Sobre esta cuestión ya he apuntado antes una posibilidad, no documentada, pero que se puede deducir de los nombres implicados en ella.

Filmografía   

Películas en Argentina (figura en mayúsculas las estrenadas en España)

1947. POBRE MI MADRE QUERIDA, Ralph Papier. Ayudante de producción

1947. LA CUMPARSITA, Antonio Momplet. Ayudante de cámara

1947. La serpiente de cascabel, Carlos Schlieper. Ayudante de cámara

1947. Los secretos del buzón, Catrano Catrani. Ayudante de dirección

1948. La otra y yo, Antonio Momplet. Productor ejecutivo

1948. Don Bildigerno en Pago Milagro, Antonio Ber Ciani. Productor ejecutivo.

1948. Mundo extraño, Franz Eichhorn. Jefe de Producción.

1948. El extraño caso de la mujer asesinada, Boris H. Hardy. Jefe de producción

1949. El último payador / ASÍ NACIÓ EL TANGO, Ralph Papier y Humberto Manzi. Coordinador general de producción

1949. Mi vida por la tuya, Roberto Gavaldón. Jefe de Producción

1949. Volver a la vida, Carlos Borcosque. Jefe de Producción

1949. El ladrón canta boleros, Enrique Cahen Salaberry, Jefe de Producción

1950. SURCOS DE SANGRE, Hugo del Carril. Jefe de Producción

1950. Escuela de campeones, Ralph Papier. Coordinador general de la producción

1950. La barra de la esquina, Julio Saraceni. Jefe de producción

1950. Los isleños, Lucas Demare. Coordinador general de la producción

1950. Buenos Aires, mi tierra querida, Juliio Saraceni. Coordinador general de la Pr.

1951. Los árboles mueren de pie/EL NIETO DEL CANADÁ, Carlos Schlieper. Coordinador general de la Producción

1952. Las aguas bajan turbias/EL INFIERNO VERDE. Hugo del Carril. Director de Producción

1954. La Quintrala, Hugo del Carril. Director de producción

1955. El festín de Satanás. Ralph Papier. Productor ejecutivo

1955. Los hampones, Alberto d’Avessa. Director de producción

1956. Continente blanco/OPERACIÓN ANTÁRTIDA, J. Bernard-Roland. Director de Producción

Películas rodadas en España

1957. TAL VEZ MAÑANA, Glauco Pellegrini. Productor asociado

1957. PASOS DE ANGUSTIA, Clemente Pamplona. Director de reparto

1959. SONATAS. Juan Antonio Bardem. Productor.

1960. EL COCHECITO, Marco Ferreri. Producción, sin especificar trabajo

1961. LA MANO EN LA TRAMPA, Leopoldo Torre Nilsson. Director de producción

1961. A LAS CINCO DE LA TARDE, Juan Antonio Bardem. Director de producción

1961. VIRIDIANA, Luis Buñuel. Producción, sin concretar la función

1961. LOS GOLFOS, Carlos Saura. Sin definir

1962. DESTINO BARAJAS, Ricardo Blasco. Director general de producción

1962. LOS INOCENTES, Juan Antonio Bardem. Representante de la producción

1963. GRINGO, Ricardo Blasco. Director de Producción

1963. NUNCA PASA NADA, Juan A. Bardem. Sin definir trabajo

1964. EL ZORRO CABALGA OTRA VEZ, Ricardo Blasco. Jefe de Producción

1965. MISIÓN ESPECIAL EN CARACAS. Raoul André. Jefe de Producción

1969. EL GRAN CRUCERO, José Gutiérrez Maeso. Argumento y guion; director de la unidad científica.

Cortometrajes científicos

1932. Boda en Navalcán (no se conservan copias)

1932. Por Marruecos (no se conservan copias)

1935. La vida de las abejas (no se conservan copias)

1936. España al día

1937. Gráfico de juventud (7 minutos)

1946. Spain in exile/España en el exilio (Estados Unidos, 19 minutos)

1951. Las abejas (Argentina, 12 minutos)

1964. La aventura de Api (España, 16 minutos)

1965. Florinda y el viento (España, 17 minutos)

1965. Encinares (España, 10 minutos)

1968. Un pequeño colonizador verde (España, 10 minutos)

1970. Mytilus edulis, El mejillón en Galicia (España, 13 minutos

1971. Guerra en el naranjal (España, 12 minutos)

1971. La mosca de las frutas (España, 6 minutos)

1971. Nueve escultores españoles (España, 13 minutos)

1973. Encinares (España, 10 minutos..

1974. La lagarta (España, 8 minutos)

1974. El agua en la vida (España, 10 minutos)

1981. El salmón de Asturias (España, 1991)

Otros cortometrajes en los que colaboró

1958. El Greco en Toledo. Director: Pío Caro Baroja. Guion técnico y jefe de producción.

1958. El entierro del conde de Orgaz. Director: Pío Caro Baroja. Guion técnico y jefe de producción

1960. Días de muertos. Directores: Joaquín Jordá y Julián Marcos. Jefe de Producción.

1960. A través de San Sebastián. Directores: Elías Querejeta y Antonio Eceiza. Director general de producción.

1964. La fórmula secreta. Director: Salvador Gijón. Jefe de Producción.

1965. Villancicos. Director: Salvador Gijón. Jefe de Producción

1966. Cuca y Pájaro maletillas. Director: Salvador Gijón. Jefe de Producción

1966. Tarde de sol. Director: Salvador Gijón. Jefe de Producción

1967. La pequeña tapia. Director: Salvador Gijón. Jefe de Producción

1968. La luna de Tobalito. Director: Salvador Gijón. Jefe de Producción

Bibliografía.

Joaquín Esteban Cava, “Guillermo Zúñiga (1909-2005). El cineasta conquense desconocido”. Cuenca, 2017. Tiempos modernos, núm. 2, pp. 49-53 / María Luisa Ortega Gálvez (coord.), Guillermo Zúñiga : la vocación por el cine y la ciencia. Madrid, 2011. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Estudios y filmografía.