Muelas Alcocer, Domingo

Pajares 12-06-1927 / Graja de Iniesta, 02-01-2003

     Sacerdote, ordenado en 1953, tras culminar sus estudios en el seminario de Cuenca. Licenciado en Teología por la Universidad de Salamanca y en Filosofía y Letras por la de Valencia, fue capellán del Ejército antes de incorporarse a las tareas sacerdotales en la diócesis de Cuenca, primero como párroco y luego, además, como canónigo. Ejerció tareas parroquiales en Escamilla y Carboneras de Guadazaón (con sus anejos Reíllo y Cañada del Hoyo). Profesor del seminario menor de Uclés (1956-1961) y a continuación párroco de la nueva demarcación de San José Obrero, en la barriada de las Quinientas, en la capital, que levantó de la nada al compás que se construía la nueva barriada, habitada por una población formada por clases populares trabajadoras. Seguidamente y por encargo directo del obispo Inocencio Rodríguez Diez (persuadido ya, sin duda, de las grandes dotes organizadoras y capacidad de gestión económica del sacerdote) le encargó la construcción de una nueva parroquia, Nuestra Señora de la Paz, bendecida en 1973. Canónigo penitenciario desde 1975, continuó promocionando nuevas parroquias, las de Santa Ana y San Fernando. Administrador del obispado con Guerra Campos, quien le confió de manera total la gestión de los asuntos materiales de la diócesis. Personaje controvertido y discutido, en el que se mezcla una evidente dosis de populismo que le acerca a los sectores más desfavorecidos de la sociedad junto con una clara influencia en la vida política de la ciudad. A ello se incorpora una vitalidad organizativa y económica que le hizo adoptar decisiones muy discutidas, sobre todo durante su etapa como administrador del obispado. Puede ser paradigmático el intento de vincular a Cuenca la universidad de Santo Domingo, mediante unos cursos en el convento de San Pablo cuya organización disgustó claramente al obispo Guerra Campos tanto como a la clase dirigente de la ciudad al considerar que se estaba haciendo una competencia eclesial a las entonces recién nacidas Universidad de Castilla-la Mancha y UIMP. El 29 de octubre de 1995 vivió una jornada de gloria, al ver la inauguración de la iglesia de San Fernando, obra que se debe considerar como un logro personal y en la que el 27 de mayo de 1996 fue objeto de un homenaje popular. Poco después, el 9 de julio, fue cesado como administrador del obispado, en la renovación jerárquica introducida por el arzobispo de Toledo, encargado de la administración apostólica de la sede vacante. El 23 de mayo de 1998 recibió un homenaje en el seminario menor de Uclés, promovido por la asociación de Antiguos Alumnos que de esta forma quisieron recordar a quien fue su profesor entre 1954 y 1958.

     Aunque durante buena parte de su vida figuró como autor de un solo libro, dedicado al pueblo de Carboneras de Guadazaón, en el tramo final desarrolló una intensa actividad en este terreno, incluso con algún título no exento de polémica, como el destinado a estudiar los confusos sucesos ocurridos durante la guerra civil en relación con la catedral de Cuenca. Su último libro es una recopilación documental encaminada a actualizar el contenido del Episcopologio editado por el canónigo Trifón Muñoz y Soliva en el siglo XIX.

En el mes de abril de 2001 se conoció la noticia de que su libro “Don José Guerra Campos habitó entre nosotros” había sido censurado por la Conferencia Episcopal Española, cuando ya se encontraba en trámite de impresión, editado por la Diputación Provincial de Cuenca. De acuerdo con las prescripciones de la disciplina eclesiástica, el sacerdote pidió el nihil obstat al obispo de Cuenca, que lo rechazó, enviando el texto a la instancia superior donde igualmente se consideró inconveniente la publicación de una obra “por afectar sus contenidos a la comunión eclesial y costumbres, aunque no a la doctrina de la fe y porque haría desmerecer la figura del Excmo. Y Rvdmo. Mons. José Guerra Campos (q.e.p.d.) enfrentándole, después de su muerte, con otros Pastores de la Iglesia”. Murió en accidente de tráfico cuando en compañía de unos amigos se disponía a vivir una jornada de caza.

Obra publicada

Carboneras y la Santa Hijuela (Cuenca, 1958)

D. Cruz Laplana y Laguna, obispo mártir de Cuenca (Cuenca, 1992).

Génesis y sombras de la catedral de Cuenca (Cuenca, 1999).

Episcopologio Conquense 1858-1997 (Cuenca, 1999).