Mota, Ángel Luis

ÁNGEL LUIS MOTA CHAMÓN

Cuenca 13-12-1951 / Cuenca 09-05-2009

Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Catedrático de Lengua y Literatura Españolas en el instituto Alfonso VIII, donde fue jefe de estudios en distintas etapas. Fundador y primer secretario de la delegación en Cuenca del Colegio de Doctores y Licenciados. De enero a mayo de 1983 fue director general de Actividades Educativas y Culturales de la consejería de Cultura y Educación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, puesto del que pronto (en junio del mismo año) ascendió al de Consejero de Turismo, Juventud y Deporte, del que dimitió sonoramente con ocasión del debate en el Consejo de Gobierno regional sobre la fijación de la capitalidad de Castilla-La Mancha, proceso que se resolvió en contra de la ciudad de Cuenca que aspiraba a obtener tal reconocimiento. Director de la UIMP en Cuenca desde su establecimiento en febrero de 1985 hasta enero de 1994 en que decidió retornar a la enseñanza, vinculándose luego a la UNED como profesor-tutor. Ha participado en abundantes empresas culturales: Asociación de Amigos del Teatro, Semanas de Teatro, Grupo Tormo, Cineclub Chaplin y las Semanas de Teatro Independiente (que ayudó a formar, junto a Pedro Cerrillo) y periodísticas: El Banzo, Carpeta, Perfil, Gaceta Conquense, Diálogo de la Lengua. Hasta su muerte, coordinaba las páginas culturales del semanario Crónicas de Cuencay mantenía una columna de opinión los jueves, en la última página de El Día de Cuenca. Su tesis doctoral, “La novela negra española: ambientes y personajes”, fue leída en el año 2000. Desde el año 2003 era miembro de la Real Academia Conquense de Artes y Letras, ocupando la letra A. Participó en la elaboración del libro Del alegato a la fiesta (Cuenca, 1979), una crónica sobre el teatro en la ciudad en la que recoge sus propias experiencias como dinamizador del espectáculo teatral en Cuenca.

Aparentemente jovial y ocurrente, con un chascarrillo siempre a punto, Ángel Luis Mota fue, sin embargo, y sobre todo, una persona de extrema seriedad, a la que faltó algo más de vida para consolidar una postura de compromiso personal, latente siempre de manifiesto a través de sus escritos y, desde luego, en su corta participación activa en la vida política. Lector impenitente e incontenible, trasladó esa afición a sus alumnos en el Instituto, donde ejerció un magisterio ejemplar, ampliamente reconocido y también a las páginas de los medios en que colaboró de manera asidua. Como escribió Francisco Mora en la introducción a La novela negra española “cuántas páginas dedicaría a intentar inculcar en sus lectores, en sus oyentes o en sus alumnos, el placer de la lectura, porque era hombre que, sin renunciar al rigor y huyendo de vacuidades, concebía el acto de leer como una actividad plenamente gozosa –que es como mejor aprovechan los libros- considerando que la cultura no tenía por qué ser ni aburrida ni elitista, bien al contrario: amenidad, claridad, llaneza, no deberían ser antónimos de hondura, propiedad y belleza”.

No fue escritor de método, quizá porque pensaba dedicarse a esta tarea cuando tuviese más edad, prefiriendo en su etapa de madurez la vida cultural activa y el articulismo periodístico, en el que se prodigó con la generosidad que puso de manifiesto Francisco Mora en la abultada selección que publicó después de su fallecimiento, pero aún le dio tiempo a publicar dos brillantes ensayos monográficos, sobre Andrés González Blando y Joaquín Rojas.

Tras su rápido fallecimiento se sucedieron los homenajes póstumos, realmente iniciados en las semanas anteriores, cuando su situación ya era irreversible, con la concesión de la medalla de honor de la UNED y de la UIMP, instituciones en las que había trabajado y a las que siguieron, ya fallecido, la concesión de la placa al mérito regional (31 de mayo) y la concesión del título de hijo predilecto de Cuenca (1 de junio).

Obra publicada

Del alegato a la fiesta (Cuenca, 1979, en colab. con José Ángel García)

Andrés González Blanco en Episcópolis (Cuenca, 2003)

Las guías de Cuenca de don Joaquín Rojas (Cuenca, 2007)

La novela negra española (Cuenca, 2015)

Referencias: Francisco Mora, Introducción en A vuelapluma. Ángel Luis Mora en 197 columnas y media. Cuenca, 2010; Diputación Provincial.