Molina, Cristóbal

(Cristóbal Molina «El Almagrista»)

Leganiel, 1494 / Santiago de Chile, 1580

            Personaje nacido en Leganiel del que se tienen escasas (y confusas) noticias. Nada se conoce de su vida juvenil ni cuándo alcanzó las órdenes sacerdotales; viajó por España, Italia y Flandes y embarcó en fecha desconocida hacia Santo Domingo y Panamá. Hacia 1535 acompañó como clérigo al conquistador Almagro en su expedición por tierras chilenas. De regreso a Cuzco presenció escenas de la represión contra los indios y también de las sucesivas luchas internas entre los conquistadores. Más tarde entró al servicio del virrey Andrés Hurtado de Mendoza quien le encomendó la parroquia del Sagrario junto con el puesto de sochantre de la catedral. En 1556 volvió a Chile, acompañando al nuevo virrey, García Hurtado de Mendoza, al que acompañó en la fundación de la ciudad de Mendoza (actual Argentina) y fue vicario general en Santiago de Chile. Se le viene llamando “El Almagrista” para distinguirlo de otro cronista del mismo nombre al que se le llama “El Cuzqueño”. Es autor de una crónica de la conquista, titulada Relación de las cosas acaecidas en Perú en la que ofrece un precedente de lo que más tarde diría  Bartolomé de las Casas, en denuncia de los abusos cometidos por los españoles sobre los indios, a la vez que ofrece testimonios muy valiosos sobre la historia de los incas, sus ritos y costumbres. El larguísimo título completo es: Relación de muchas cosas acaecidas en el Perú en suma, para entender a la letra la manera que se tuvo en la conquista y población destos reynos, y para entender en cuanto daño y perjuicio se hizo de todos los naturales universalmente desta tierra, y como por la mala costumbre de los primeros se ha continuado hasta hoy la grande vexación y destrucción de la tierra por donde evidentemente parece faltan más de las tres partes de los naturales de la tierra, y si Nuestro Señor no trae remedio, presto se acabarán los más de los que quedan; por manera que lo que aquí tratare más se podrá decir destruición del Perú, que conquista ni poblazón. Se escribió hacia 1550 y ofrece un relato muy personal sobre la forma en que se llevó a cabo la conquista en el periodo que él conoció de manera muy directa.

Bibliografía:

Honorio Feito, Diccionario de Historia de España. Cuenca, 2008; Aldebarán.