Maldonado, Juan

Bonilla h. 1485 / Burgos, 1554

Aunque en algunos repertorios se expresan dudas sobre su lugar de nacimiento, él mismo lo dejó escrito de manera muy clara: “la pequeña aldea donde nací, Bonilla localidad en la que fundó un patronato en 1543, a partir de una hacienda que había heredado de sus padres y abuelos. Parece que su familia procedía de Salamanca, aunque se ignoran los motivos de su enraizamiento en Cuenca. Hizo sus primeros estudios en la capital provincial, continuando los de Leyes en Salamanca, para pasar luego a desarrollar su afición por las Humanidades, asistiendo a las clases de Nebrija. Frecuenta los contactos con los humanistas Lucio Flaminio Sículo y Christophe de Lengueil, en los que encuentra la definitiva orientación de su vida, aunque la influencia más notable es la que recibe de Diego Osorio. Tras recibir la orden sacerdotal, pasa a la ciudad de Burgos como clérigo y profesor de Humanidades, a la vez que ocupa puestos eclesiásticos, contando con la protección del obispo Juan de Fonseca, que le encargó diversas responsabilidades: una capellanía en Palencia, examinador de clérigos en Burgos, provisor y vicario general en este arzobispado, mayordomo y capellán de la capilla de la Visitación en la catedral burgalesa, en la que finalmente fue sepultado. Pero aparte de sus datos biográficos externos, lo que importa sobre todo en la personalidad de Maldonado es su vinculación con el erasmismo, conocimiento que en fechas recientes ha quedado develado con total claridad a través de los estudios de Marcel Bataillon en Erasmo y España, donde queda de manifiesto no solo la influencia del filósofo holandés sino el grado de confianza e intercambio de ideas que llegó a establecerse entre ellos a través de una abundante correspondencia. Como el mismo Maldonado explicó en alguna ocasión, entró en contacto con el erasmismo a través de algunos libros que circulaban en Burgos, mientras contaba con la protección de Diego Osorio. Sin embargo, con el paso de los años se produjo un alejamiento de posiciones, al considerar Maldonado excesivamente radical el pensamiento de Erasmo, aunque para entonces esa influencia ya había quedado de manifiesto en obras como Pastor bonus o Paraenesis ad politiores literas adversus grammaticorum vulgum, en las que, según Silva y Priego, “trazó un panorama bastante sombrío del mundo eclesiástico, con una exposición detallada de la corrupción de sus costumbres y un ambicioso programa de regeneración”.

Capilla de la Visitación, en la catedral de Burgos, en la que está sepultado, en el suelo, Juan Maldonado (Foto Catedral de Burgos)

Como escritor, la obra de Maldonado se desarrolla a través de diversas líneas que se pueden agrupar en tres formas literarias: las cartas, los diálogos y los tratados. Así, la comedia Hispaniola, escrita en el castillo de Osorio, es una obra de teatro para niños, inspirada en Plauto de forma tal que sirve para fines didácticos de su época gracias al recurso a diálogos coloquiales fácilmente asequibles a espectadores poco formado. Maldonado utiliza este estilo para, a través de los diálogos, criticar las citas amorosas en las iglesias, las ceremonias ostentosas y la hipocresía de los clérigos. En esa misma línea, en Pastor bonus entra de lleno en una problemática muy del gusto del renacimiento, la discusión sobre cuestiones de moralidad de costumbres con especial referencia a los comportamientos inmorales del clero, cuya reforma propugna, asimilado así a los postulados luteranos, sin desdeñar la severa crítica sobre la forma de vida de los eclesiásticos españoles.

El análisis de las costumbres lo desarrolla Maldonado con frecuencia a través de la forma literaria tan clásica de los diálogos, de los que aparecen varios en su bibliografía, siendo especialmente notable el Eremetiae, que se desenvuelve a través de una serie de escenas impregnadas de bucólico ambiente en el que los personajes se desenvuelven en busca de la perfección moral. Como telón de fondo se encuentra la sombra de Horacio y su canto a la belleza de la inocencia natural, libre de los daños que produce la vida social.

Su afición por la lengua clásica, el latín, se refleja en una severa sátira contra los gramáticos que degeneraban el uso del bello idioma, como ocurre en la ya citada Paraenesis ad politiores. Una estructura singular tiene la comedia Hispaniola que según Priego y Silva tiene cierta proximidad con La Celestina “por el tranquilo impudor de alguno de sus diálogos y muy crítica con la hipocresía de los religiosos, las ceremonias ostentosas y la lujuria de los nobles”. Una obra muy curiosa es el Somnium, en la que desarrolla un fantástico viaje a la Luna, lo que le convierte en uno de los pioneros de la ciencia ficción.

Pero, desde luego, la obra por la que Maldonado merece la máxima consideración, es la clásica De motu Hispaniae, conocida en los repertorios con el subtítulo “Historia de la revuelta de las comunidades de Castilla”. Escrita en 1525, es decir, de manera inmediata a los sucesos que relata y por tanto como reflejo de una experiencia directa, el manuscrito permaneció en manos del autor sin que pudiera encontrar la oportunidad de ser publicado en espera de que “se acallasen las pasiones concitadas por el enfrentamiento civil». Y en esa situación permaneció, bien por prudencia del propio autor o por imposición del poder político, olvidándose incluso su existencia hasta que Cerdá y Rico, a fines del siglo XVIII, lo encontró en la Biblioteca Regia de Madrid e informó sobre el contenido de la obra. Aún fue preciso esperar algún tiempo: en 1840, el bibliotecario del Escorial, José Quevedo, hizo la traducción al español y editó la obra, que fue recibida con enorme interés en los ambientes intelectuales del país. El original se conserva en manuscrito en dos versiones, una en la Biblioteca Nacional de Madrid y otra en la del monasterio de El Escorial. De motu Hispaniae recoge, en siete libros, los acontecimientos ocurridos en Castilla durante el levantamiento comunero, al que aporta no sólo los datos históricos concretos sino sobre todo –y ese es su gran valor- una interpretación política y social en la que aborda la visión del problema desde una óptica claramente libre, alejada de la versión oficial y buscando causas vinculadas a la realidad española. La forma narrativa elegida es la del diálogo. Del mérito de esta obra basta señalar que se ha ido reeditando a lo largo de los siglos y aún aparecen nuevas versiones en nuestra época.

Obra publicada:

Hispaniolam quae Plautina festivitate terentianaque (s.l., 1521; Valladolid, 1525)

Paraenesis ad politiores literas adversus grammaticorum vulgum (Burgos, 1527)

Pastor bonus  (Burgos, 1531)

Vitae Sanctorum (Burgos, 1531)

Eremitae (Breda, 1539; Amberes, 1548)

Quaedem opuscula nunc primum in luce edita (Burgos, 1541)

Opuscula quaedam docta simul et elegantia (Burgos, 1549)

De motu Hispaniae (1840)

Referencias: Eugenio Asensio y Juan Francisco Alcina Rovira, Paraenesis ad litteras. Juan de Maldonado y el Humanismo español en tiempos de Carlos V. Madrid, 1980; Fundación Universitaria Española / Marcel Bataillon, Erasmo y España. México, 1966; Fondo de Cultura Económica, pp. 215-218 y 328-339 / Heliodoro García García,  El pensamiento comunero y erasmista de Juan Maldonado. Madrid, 1986; Autor / Carmen Gallardo,   “Los eremitae de Juan Maldonado en el origen de la picaresca”. Edad de Oro, XX (2001), pp. 105-117. / Daniel García Valdés, “Somnium, de Juan Maldonado, ¿primera novela de ciencia ficción de la historia?”. Gijón, La Soga, revista cultural, 13-01-2020 / Simón Guadalajara Solera, “Juan Maldonado, un humanista conquense”. Diario de Cuenca, 08-10-1983 / Hilario Priego, José Antonio Silva, Diccionario de personajes conquenses. Cuenca, 2021; Diputación Provincial, pp. 331-332