Luz Lamarca, Rodrigo de

Madrid, 1930 / Madrid, 10-10-2018

Arquitecto e historiador. Estudió el Bachillerato en el Instituto de Cuenca y en 1947 ingresó en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, estudios que alternó con los de Bellas Artes en la Escuela de San Fernando. Doctor arquitecto, empezó ejerciendo en Cuenca (entre otros trabajos, el muy meritorio de dirigir la restauración de la iglesia de Arcas) hasta que en 1964 ingresó en la carrera administrativa, ocupando destino en Santander y, a partir de 1970, en el ministerio de la Vivienda. Su actividad literaria se inició al desarrollar uno de sus temas preferidos: el análisis y divulgación de cuestiones vinculadas con la historia y el arte de la catedral de Cuenca. Ingresó en la Real Academia Conquense de Artes y Letras no con un discurso sobre el tema en que se ha especializado, sino sobre otro muy distinto, pero de gran interés: «Las edificaciones de don Juan Pacheco, marqués de Villena». Además de esas tareas, fue presidente de la Real e Ilustre Congregación de San Julián en Madrid.

Esos iniciales y prometedores pasos en el ámbito del estudio y la difusión de cuestiones artísticas fue experimentando una evolución hacia otro terreno, que ha sido explicada por el propio autor de una manera inocente: En el largo proceso en que me introduje después de iniciar mis ociosos primeros diseños de la catedral, fui pasando casi insensiblemente, de un terreno básicamente estilístico y constructivo-históricos, a otro más metafísico y misterioso”.En ese camino, Rodrigo de Luz fue abandonando de manera paulatina lo que hasta entonces era lógico y racional para emprender una búsqueda, que le transformó en una especie de profeta visionario, capaz de encontrar, ver y proclamar como dogma de fe lo que sólo él podía percibir y explica cómo una serie de ideas propias y otras recibidas “me impulsaron a introducirme en esta literatura especializada en materias esotéricas y desconocidas, desestimadas hasta ese momento por mí, y así fueron surgiendo revelaciones que, de una manera progresiva y encadenada, me fueron descubriendo las enormes posibilidades que la catedral y yo mismo, podríamos ofrecer en este terreno”.A partir de esos momentos, el autor fue desgranando su cada vez más alambicado pensamiento, alimentado con teorías tan imaginativas como absurdas, en artículos en la prensa local, que finalmente fueron recogidos (con otros nuevos) en un libro que podemos considerar resumen de su apasionada búsqueda y punto de partida en la exposición de sus planteamientos, El misterio de la catedral de Cuenca. El Grial, los Templarios y otros enigmas (1982) donde junto a curiosas y en algunos casos interesantísimas observaciones sobre la catedral se deslizan afirmaciones rotundas pero indemostrables y se da total credibilidad a las teorías de Nostradamus y otras invenciones proféticas, que merecen al menos el criterio de una duda razonable, pero que el autor aceptó con total convencimiento y que quiso aplicar si admitir discusiones a la ciudad de Cuenca y su catedral.

Como suele ocurrir en estos casos, consiguió un amplio respaldo de lectores crédulos a la vez que una severa crítica de los discrepantes, lo que finalmente lo llevó a presentar su dimisión como miembro de número de la Real Academia Conquense de Artes y Letras al considerar que en esta institución no había encontrado el apoyo sin fisuras que creía merecer.

El resultado final de todo este proceso es un amplio muestrario de libros, de valor histórico y artístico cuando afronta cuestiones de contrastada seriedad y de muy dudosa aceptación cuando se embarca en el tortuoso navío de la fantasía especulativa.

Fotografía: José Luis Pinos

Obra publicada

La catedral de Cuenca del siglo XIII, cuna del gótico castellano (Cuenca, 1978)

Las órdenes menores y la Catedral de Cuenca (Cuenca, 1980)

El misterio de la catedral de Cuenca. El Grial, los Templarios y otros enigmas (Madrid, 1982)

Portadas de Cuenca (Cuenca, 1987, en colab. con Luis Carretero)

San Julián en Goya y El Greco (Cuenca, 1992)

La Orden de Santiago y Cuenca (Cuenca, 1993, en colab. con Luis Carretero)

El capitán Charles de Valera y el piloto precolombino (Cuenca, 1996)

Francisco de Mora. Juan Gómez de Mora. Cuenca, foco renacentista (Cuenca, 1997)

El marquesado de Villena o el mito de los Manuel (Cuenca, 1998)

Artículos y colaboraciones (Cuenca, 2000)

Los obispos Luis y Antonio de Acuña. Cuenca en la Guerra de las Comunidades (Cuenca, 2001)

Iglesia de San Pedro (Cuenca, 2006)

La leyenda auténtica de San Julián (Madrid, 2007)

Francisco de Mora, gran arquitecto clasicista del renacimiento 1552-1610 (Cuenca, 2008)

Ni Limoges ni Silos: taller mozárabe y árabe de Cuenca de marfiles y esmaltes medievales (Cuenca, 2008)

Las edificaciones de Juan Pacheco, marqués de Villena (Cuenca, 2010)