Lorenzo, Pedro de

PEDRO DE LORENZO MORALES

Casas de don Antonio, Cáceres, 07-08-1917 / 20-09-2000

Escritor extremeño profundamente vinculado con Cuenca, en la línea de lo que hicieron, antes que él, otros como Martínez Kleiser o González Ruano. Se licenció en Derecho en Salamanca e hizo Periodismo en Madrid. Dirigió el Diario Vasco, la revista literaria Garcilaso, el diario La Voz de Castilla, de Burgos y las páginas literarias de Arriba, antes de recalar finalmente en ABC, del que llegó a ser director adjunto. Pedro de Lorenzo ha pasado en la ciudad conquense largas estancias y a ella ha dedicado numerosos artículos en el diario ABC, además de textos en diferentes libros, como ocurre en Tierras de España, tipos y costumbres (Madrid, 1953) o Viaje de los ríos de España (Madrid, 1968) por el que obtuvo el premio nacional de Literatura “Azorín”, sin olvidar una biografía de Fray Luis de León. Nacido en el mismo pueblo que el obispo Florez Pabón, el escritor tenía como prenda de gala el que su abuelo esté enterrado en el cementerio de San Isidro.

De la variada obra periodística y literaria de Pedro de Lorenzo quizá deba destacarse de manera especial el grupo de narraciones noveladas, que se “erige en un monumento de rigurosa calidad, de alertado ejercicio literario, de implacable radiografía humana” sin haber hecho concesiones en ningún caso a las modas temporales ni a las exigencias de los premios. Escritor de refinado gusto, de expresión académica y justa, mereció los elogiosos comentarios críticos de cuantos en la España del siglo XX se han dedicado al análisis de la actividad literaria pero sin embargo no se le concedieron los honores que probablemente merecía. Su figura humana estuvo acompañada siempre de una especie de distanciamiento brechtiano que le mantenía alejado de los cenáculos donde se adoptan las decisiones, considerado quizá como una rara avis, un ejemplar exótico en el seno de la literatura española de la postguerra, más preocupado por los aspectos estéticos y elitistas (de Nora, Alborg, así lo dicen). Quizá también fuera posible que su vinculación activa con el Periodismo y su tendencia indudable hacia las crónicas viajeras –pues este se considera un género menor- afectaran al respeto y valoración que hubiera merecido en mejores circunstancias su obra mayor.

Párrafo aparte merece aquí la dedicación de Pedro de Lorenzo hacia Cuenca. Buena parte de sus escritos han sido recogidos en el libro Relicario de Cuenca (Cuenca, 1989, Diputación Provincial). Pronunció dos veces el pregón de Semana Santa, en los años 1864 y 1974, en aquellos tiempos ya lejanos en que esta misión tenía un contenido literario. Fue en ese terreno en el que el último pregón de Pedro de Lorenzo merece ser destacado como una pieza literaria verdaderamente memorable.