Sacerdote natural de Cuenca aunque de origen italiano, ordenado por el obispo Andrés Pacheco en septiembre de 1608, que en 1625 dio a la imprenta de Domingo de la Iglesia una curiosa Relación verdadera en la qual se da cuenta de la manera que en el río de Huécar, de la ciudad de la Estrella, por otro nombre llamada Cuenca se corren los toros fuertes de la sierra y las desgracias que en ellos muchas veces suceden en la que cuenta la forma en que se corrían toros en la ribera del Huécar. La obra, aparte su limitado valor literario, sí lo tiene por situar con total precisión que las corridas de toros se celebraban en el cauce del Huécar, en el espacio aproximado que ahora ocupa el Teatro-Auditorio y no en la Hoz del Júcar, como repetidamente insisten en decir algunos autores aficionados.