Jaraba, Pedro de

Cuenca, ¿1494-1496? / Valverde de Júcar, 1576, a los 80 años de edad

Nacido en el seno de una familia de cierta noble alcurnia, desde niño mostró afición por el mundo de las letras, que completó con la entrada en la orden de San Francisco, en cuyo seno destacó pronto por sus conocimientos científicos y dominio de las lenguas clásicas, además de la francesa y en la que llegó a ser provincial de la provincia de Cartagena. Estudió en la Universidad de Alcalá, que más tarde le encargó la redacción de las argumentaciones con que rebatir las propuestas teológicas de Erasmo y Felipe II le designó como consultor del concilio de Trento, al que no pudo ir a causa de su delicado estado de salud. Fue calificador del Santo Oficio en Cuenca. Sin embargo, parece que todas las obras que escribió quedaron inéditas, citándose algunos manuscritos en diferentes bibliotecas, aunque es muy probable que hoy haya que darlos todos por desaparecidos, salvo que algún feliz hallazgo desmienta estos temores. En concreto se citan las siguientes: «Modus adolescendi in Christo», «Adversus Judeos et Luteranos»,  «De reparatione Ecclesiae contra Lutheranos” (se la dedicó al general de la orden, el también conquense Francisco Pedro de Zamora; tenía 448 hojas divididas en cuatro libros), “Conciones totius anni 4º (con 438 hojas) y una “Summa Theologica”, formada por tres tomos y considerada como su obra maestra: existió al menos hasta el siglo XVIII en el convento de san Francisco de Murcia. También se cita una “Conchensis historiae” de la que se desconoce cualquier otro dato.

Referencias: José María Álvarez Martínez del Peral, “Conquenses ilustres”. El Día de Cuenca, 09-01-1927 / Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. II) Cuenca, 1954, p. 176 / Julián Zarco Cuevas, Relaciones de Pueblos del Obispado de Cuenca. Cuenca, 1927. Imprenta del Seminario, II, pp.273-274