Tarancón, h. 1538 / Cuenca, 1621
Franciscano, muy joven profesó como miembro de la observancia regular, probablemente en el convento de Huete. Fue ordenado sacerdote hacia el año 1568, pasando un tiempo indeterminado en las misiones de América, en México, donde empezó a destacar como orador sagrado, etapa tras la que volvió a su ciudad natal, a la que aportó literariamente una descripción de las fiestas organizadas el 14 de mayo en honor de los patrones titulares, los santos Víctor y Corona, en los varios Discursos predicables que editó con diversas variantes a lo largo de los años 1594 a 1605. En ese retorno a España estuvo destinado en varios conventos de la orden, habiendo referencias concretas de los de Beas de Albarracín y Molina de Aragón. Uno de sus biógrafos, el padre Ortega, asegura que sirvió a la orden “en varios empleos y en trabajar los tratados literarios que escribió, llenos no sólo de abundantísima erudicción, sino también de admirable doctrina y moralidad”. En 1587 está en el convento de San Lorenzo de la Parrilla, en el que comenzó a escribir su tratado sobre el misal romano, redacción a la que dio término en Iniesta en 1593, en cuyo convento se encontraba cuando fue acusado por la Inquisición, trance que pudo superar sin excesivas dificultades En 1600 actúa como predicador en el convento de la orden franciscana en Huete, de donde pasó al de Cuenca, en el que culminó su fama de religioso ejemplar hasta que llegó la muerte. Según todas las referencias, alcanzó un grado de cultura y conocimientos muy superiores a los que eran habituales en su época. Su obra gira prácticamente sobre cuestiones relacionadas con la fe y la doctrina desde posiciones próximas al misticismo, aunque también escribió otras de tipo histórico o hagiográfico. En ese repertorio destacan los Discursos predicables, traslación al papel de los numerosos sermones que pronunció oralmente a lo largo de su vida. Los que se refieren a las ceremonias de la misa suponen un notable intento para difundir entre el pueblo las normas rituales entonces aprobadas por el concilio de Trento.
Obra publicada
Espirituales discursos y predicables consideraciones de la misa del Misal Romano, reformado por Pio V (Cuenca, 1595)
Discursos predicables sobre la Salve Regina y otros asuntos (Cuenca, 1601)
Discursos predicables de las ceremonias y misterios de la Misa (Cuenca, 1605)
Vida y milagros del glorioso confesor San Ginés de la Xara (Cuenca, 1607)
Historia de las personas ilustres y notables en santidad de la santa provincia de Cartagena, de la orden de San Francisco (Cuenca, 1617)
La vida ejemplar y muerte santa de Fr. Martín de Carrascosa y Cabrejas (Cuenca, 1617)
Vida y milagros de San Xinés de la Xara (Murcia, 1607)
Libro de las Grandezas de Murcia (este último sólo aparece citado en Navarrete)
Referencias: Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. II) Cuenca, 1954, p. 191 / Dimas Pérez Ramírez, Tarancón en la Historia. I: desde la romanización hasta el final del Antiguo Régimen; Tarancón, 1994, pp. 171-173 / Julián Zarco Cuevas, Relaciones de Pueblos del Obispado de Cuenca. Cuenca, 1927. II, p. 273