Cuenca, 28-02-1842 / Córdoba 31-01-1901
Hijo del sacristán de la iglesia de San Miguel, cuya vivienda estaba anexionada al templo, tenía solo ocho años cuando ingresó como alumno en el seminario conciliar de San Julián y se cuenta que antes incluso de terminar los estudios ya desempeñaba labores docentes en el propio centro, ayudando en algunas cátedras, contando como aval su temprana disposición para el latín, que dominó en pocos años. En 1863 recibe el grado de Licenciado en Derecho Canónico y doctor en Sagrada Teología en Toledo, ordenándose sacerdote en Cuenca el 28 de septiembre de 1864, en ceremonia presidida por el obispo Miguel Payá. Para entonces ya era profesor de Lugares Teológicos y secretario de estudios en el seminario. En febrero del año 1869 accede mediante oposiciones a la canonjía de Magistral de la catedral de Córdoba, cuando contaba 27 años. A partir de ese momento, su vida y su obra queda vinculada de forma estable a la ciudad andaluza, en la que alcanzó un considerable prestigio intelectual, tanto por sus publicaciones como por su brillante oratoria. Según Nieto Cumplido «destacó como orador insigne, como literato erudito, amigo de las glorias cordobesas, y como creador y hombre de grandes iniciativas”. El historiador, político republicano y diplomático, Antonio Jaén Morente escribía de él: “Fue llamado el Magistral por antonomasia, sin disputa el mejor orador que hubo en la ciudad, incluyendo a los forenses y a los políticos. Lo catalogan de orador sagrado y no fue eso. Su talento oratorio era para grandes multitudes, para pelea y combate, no para una cátedra sin contradictores. La demostración de ello está en sus escritos y en sus asomos al periodismo”. Su fama de orador se extendió a toda España y por ello fue invitado a participar en numerosas conmemoraciones religiosas y profanas. Desde su llegada a la ciudad andaluza mostró una abierta predisposición por conseguir la plena integración en su ambiente social y cultural, propósito que consiguió sobradamente. Fue el primer director de la revista católica La Tradición (1869-1870) y colaboró también en El Amigo Católico. El 19 de julio de 1897 ingresó en la Real Academia de Córdoba. Participó en la fundación del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba y fue también el fundador de las Escuelas Asilo de la Infancia, en las que se incluyó luego el actual colegio de La Milagrosa. En su honor lleva su nombre una calle cordobesa (llamada tradicionalmente calle del Mesón del Sol), la que circunda el muro oriental de la Mezquita, en cuyo seno fue enterrado. En Cuenca su nombre se impuso a la que hasta entonces se llamaba calle de Las Tablas, junto al convento de benedictinas.
Los medios cordobeses se hicieron amplio eco de su muerte y una placa le recuerda en la fachada del hoy Colegio de La Milagrosa: «Al ilustre Magistral doctor Don Manuel González Francés, cofundador de estas escuelas-asilo y su primer director gerente; sabio y esclarecido varón, orador elocuentísimo y escritor insigne; tan célebre por su ciencia como respetado por sus virtudes. Prestó eminentes servicios a Córdoba hasta su óbito ocurrido el 31 de enero de 1901. ¡Honor y Gloria a la Caridad y al Genio! La ciudad agradecida tribútale este recuerdo.»
Fue el primero en escribir la historia de una hermandad en Cuenca, la de Jesús con la Caña, si bien su fallecimiento malogró el empeño, conservándose algunos capítulos en poder de la hermandad, a cuyos actos de jueves santo acudía puntualmente, a pesar de la distancia.
Obra publicada:
Diócesis y parroquias (Córdoba, 1887)
La oratoria sagrada y la teología patrística, ciencias auxiliares de los predicadores (Córdoba, 1887)
Aparición de la Santísima Virgen de la Fuensanta en Córdoba: leyenda histórica (Córdoba, 1888)
Las ciencias sagradas en la diócesis de Córdoba (Córdoba 1888)
Elemento patrologiae et Theologiae Patristicae (Córdoba, 1889)
A la buena y santa memoria del M.I. Sr. D. Manuel Jerez y Caballero (Córdoba, 1896)
Góngora, racionero. Noticias auténticas de hechos eclesiásticos del gran poeta (Córdoba, 1896)
La Virgen de la Fuensanta (Córdoba, 1898)
Don Luis de Góngora, vindicando su fama ante el propio obispo (Córdoba, 1899)