Huerta de la Obispalía / ¿1589?

Destacado personaje del siglo XVI en el engranaje administrativo de la Inquisición, al que perteneció desde 1555. No consta cual pudo ser su formación académica, pero probablemente adquirió los conocimientos jurídicos como amanuense de algún escribano o en la curia diocesana hasta consolidar los conocimientos suficientes como para ser nombrado notario del Santo Oficio en Sevilla (1560) de donde pasó a Cuenca con el mismo trabajo dos años más tarde, si bien desde aquí se trasladó por breve tiempo a los tribunales de Toledo y Llerena con el encargo, por parte del Consejo, de realizar inspecciones para conocer el funcionamiento interno de tales instituciones, señal evidente de que gozaba ya de un prestigio sólido, con cuyo aval se le quiso enviar sucesivamente a los tribunales de Valencia y Barcelona, rechazando ambos destinos para preferir volver a Cuenca (1563). En la práctica, sus conocimientos se habían convertido en un elemento necesario para garantizar la fiabilidad jurídica del mecanismo inquisitorial y ello quedó de manifiesto con la publicación de su libro Orden que comúnmente se guarda en el Santo Oficio de la Inquisición acerca del procesar en las causas que en él se tratan (y que se conoce, abreviadamente, como Orden de procesar), considerado como el manual de referencia aplicado en los procesamientos por todos los tribunales del Santo Oficio, siendo utilizado para unificar el trabajo de todos ellos en la manera de proceder en el encausamiento de los investigados. La obra se imprimió en 1568 con el patrocinio del Consejo Supremo y se reeditó sucesivamente en los años siguientes. Como reconocimiento a ese trabajo, Pablo García fue designado secretario del Consejo en 1574 y en ese puesto permaneció hasta la muerte, que debió llegarle hacia 1589 puesto que esta es la última fecha de la que hay de él alguna noticia.

Referencias: Miguel Jiménez Monteserín, Introducción a la Inquisición española. Documentos básicos para el estudio del Santo Oficio. Madrid, 1980.