N. Tarancón siglo XVI
Profesó como franciscano y ocupó diversos cargos dentro de la orden: predicador, definidor, procurador general. Autodeclarado seguidor de su paisano Melchor Cano, de quien incluso llegó a sugerir que era familiar lejano, publicó una obra, Victoria de sí mismo (1595) con la que quiso ampliar la que el famoso teólogo había escrito con el mismo título y que merece un severo juicio de Fermín Caballero que comenta “la poca fortuna que auguraba su arrojo, al querer enmendar la plana al celebérrimo escritor”. El mamotreto, de 828 páginas, debería haber seguido en dos volúmenes más, pero parece que el intento quedó sólo en el primero, aunque la misma preocupación la puso de manifiesto en otros libros. Estuvo interno en el convento de la Esperanza la Real de Ocaña, en el que llegó a ocupar algunos puestos relevantes, como los de definidor, provincial y procurador general. De los cuatro títulos que se mencionan a continuación como publicados por el autor, sólo hay constancia expresa de uno, la Regla y arancel de prelados, del que se conserva un ejemplar en la Biblioteca de Castilla-La Mancha (Toledo) y otro en la Biblioteca de Navarra (Pamplona)
Obra publicada
Victoria de sí mismo (Madrid, 1595)
Regla y arancel de Prelados en el cual se tratan quatro títulos del derecho (Toledo, 1598)
Avisos y documentos de Prelados, en el qual se tratan ocho títulos principales del Derecho (Toledo, 1599)
De milite christiano (citada por Nicolás Antonio, s.a.)
Referencias: Dimas Pérez Ramírez, Tarancón en la historia. I: desde la romanización hasta el final del Antiguo Régimen. Tarancón, 1994, p. 177 / Julián Zarco Cuevas, Relaciones de Pueblos del Obispado de Cuenca. Cuenca, 1927; II, p. 268..