N. Fuentepelayo, Segovia, 25‑03‑1910 / M. Cuenca, 1988

Hizo la carrera eclesiástica en el seminario conciliar de Segovia, y amplió estudios en la Universidad Pontificia de Valladolid, donde hizo los dos últimos cursos de Teología, para ordenarse como sacerdote en 1932. Más adelante, pasó a la Universidad Pontificia de Salamanca donde obtuvo la licenciatura en Derecho Canónico (1950) mientras conseguía la plaza de canónigo doctoral en la colegiata de San Ildefonso (Segovia), en la que estuvo muy breve tiempo ya que en seguida opositó y consiguió la canonjía doctoral en la catedral de Cuenca (1950). Fue profesor de Derecho Canónico en el seminario conciliar de San Julián (1950-1955) y a partir del último año citado, catedrático de Historia de las Literaturas Griega, Latina y Española en el mismo seminario. En sus años juveniles practicó la actividad literaria en la revista de los seminarios españoles, El correo josefino, en la que fue cronista oficial del seminario segoviano entre 1929 y 1931, época e la que también corresponden algunos otros trabajos en diversas publicaciones. En 1951, durante el Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona, presentó un estudio sobre el tema “La Eucaristía y la vida social cristiana”. En 1972 recibió el premio de investigación histórica “Ciudad de Cuenca” por un trabajo sobre el pintor conquense del siglo XVI Cristóbal García Salmerón, publicado en la revista Archivo Español de Arte. Como escritor, solo se le puede acreditar un libro, pero ciertamente de una importancia y trascendencia considerables: La Catedral de Cuenca, editado en 1977 y que fue, en esos momentos, el trabajo de mayor valor científico publicado, con una impresionante aportación de elementos documentales y una consecuente interpretación de los valores estéticos y artísticos del templo, todo ello resultado de una concienzuda labor desarrollada por el autor a lo largo de más de veinte años.