San Clemente, 05-02-1884 / Cuenca, 04-11-1952

Este modesto autor poético no hubiera pasado a la posteridad si no fuera porque uno de sus discípulos más díscolos, Carlos de la Rica, recogió su nombre en Setenta años de poesía en Cuenca en la forma siguiente: «Batalló contra las nuevas fuerzas y sostuvo verdaderas batallas campales con dos de sus alumnos, Carlos [de la Rica] y Florencio [Martínez Ruiz]. Al morir, su obra quedó inédita». Sacerdote, (fue ordenado en 1907), ocupó puestos parroquiales en Plasencia, La Alberca de Záncara, San Clemente y La Roda hasta que en 1922 se radió en la capital como canónigo de la catedral (donde ocupaba la función de maestro de ceremonias) y profesor del Seminario. Escribió una Biografía de San Julián (Cuenca, 1945) y publicó algunos versos en periódicos y revistas bajo el seudónimo de «El solitario de Rus». Escribió también la letra del himno de la coronación de la virgen de la Luz, estrenado en 1950, con música de Jesús Calleja. Sin embargo, Lucilo Asensio le atribuye también la edición de un libro de versos Aires de Besana (1945)del que no hay ninguna otra referencia, pues no aparece recogido en ningún repertorio bibliográfico o biblioteca.