Cuenca, h. 1295 / Viterbo, 23-08-1367
Cardenal de la Iglesia y arzobispo de Toledo. Doctor en Decretos por la universidad de Montpellier (1324), obtuvo varios beneficios en el obispado de Cuenca, entre ellos el de poder ocupar un sillón en el cabildo de canónigos de la catedral. Participó en la batalla del Salado, junto al rey Alfonso XI (1340), quien le nombró canciller del reino y titular de la sede primada. En 1350 obtiene el grado de cardenal en la iglesia rebelde de Aviñón, que le fue mantenido al lograrse la unificación del papado. Fue designado jefe de los ejércitos pontificios para emprender la tarea de reconquistar el gobierno de las ciudades italianas que se habían rebelado contra el papa, preparando finalmente el retorno del pontífice al Vaticano. En 1355 promulgó las Constituciones egidianas, que sirvieron para la gobernación de los Estados Pontificios hasta el año 1816. Fundó el colegio de San Clemente de los Españoles, en Bolonia, entidad de enorme influjo cultural, que sigue existiendo. Se encuentra enterrado en la capilla de San Ildefonso, de la catedral de Toledo.
La obra escrita fundamental del cardenal Albornoz es la conocida abreviadamente como Constituciones egidianas, de la que no existe ninguna edición española, al contrario de la popularidad alcanzada por su Testamento o, por decirlo, con propiedad, Illustrissimi ac Reurendissimi Aegidi Albornotti S.R.E. Cardinalis, totus Italiae legati, Archiepiscopi Tholetani ac Collegii Hispanorum Bononiae fundati institutoris Testamenti, esto es, las instrucciones dictadas por él mismo para establecer el Colegio de los Españoles, en Bolonia, tal como lo dejó establecido en su testamento. De este texto se hicieron numerosas ediciones, de las que se conservan en bibliotecas públicas españolas las de Bolonia, 1533, 1608 y 1628; Venecia, 1571 y 1605.
Mateo López menciona, siguiendo a Nicolás Antonio, otros manuscritos que, por los títulos señalados, parecen corresponder a documentos internos del obispado regido por Albornoz: Constituciones del sínodo diocesano, referidas al concilio celebrado en Toledo en 1339; Constituciones latinas contra clérigos concubinarios, dadas en Toledo el 17 de abril de 1342; Catecismo hispánico; Interrogaciones y escrutinios de pecados públicos para los visitadores eclesiásticos; Constituciones en el concilio provincial de Alcalá de Henares, celebrado el 22 de abril de 1345; De luctuosa y de subsidio episcopal catedralicio. «Estos escritos, desde el segundo en adelante, dice Nicolás Antonio (en su Biblioteca Vetus, tomo 2º. folio 168) que se hallan en la Biblioteca de El Escorial, códice letra C, plutº 4, núm. 2 y Juan Alberto Fabricio, en el tomo 1º de su Biblioteca, página 19, le atribuye unos comentarios sobre el Derecho canónico».
A su vez, la figura del cardenal ha generado una copiosísima bibliografía de la que aquí se ofrece un extracto, al que pueden añadirse los incontables trabajos monográficos que sobre distintos aspectos de su vida y obra aparecen regularmente en diferentes publicaciones, de manera singular en la serie Studia Albornotiana que edita anualmente el Real Colegio de España en Bolonia.
Bibliografía:
Juan Beneyto López: El cardenal Albornoz: canciller de Castilla y caudillo de Italia. Madrid, 1950.
Antonio Cánovas del Castillo: El cardenal Albornoz. Sevilla, 1894.
Domenico Cavalcanti: Vita del cardinale Egidio Carrillo de Albornoz legato apostolico in Italia. Firenze, 1736.
Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones: El cardenal Albornoz. Madrid, 1942.
Mateo López: Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Cuenca, 1953; Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Ayuntamiento de Cuenca, II, p. 167
Antonio Pérez Navarrete: La grandeza de el restaurador de los estados de la Yglesia… cardenal don Gil de Albornoz, arzobispo de Toledo. Nápoles, 1638.
Baltasar Porreño: Vida y hechos hazañosos del gran cardenal don Gil de Albornoz, arzobispo de Toledo. Cuenca, 1626.
Hilario Priego/José Antonio Silva: Diccionario de personajes conquenses. Cuenca, 2002, pp. 34-38.
Juan Ginés de Sepúlveda: Historia de los hechos del Cardenal Gil de Albornoz. Pozoblanco (Córdoba), 2002.
