El CEM (Centro de Estudios de La Manchuela) de Iniesta, que en este año cumple 25 de vida, ha publicado un nuevo libro de Aurelio Pretel, basado en los procesos de la Inquisición que conserva el Archivo Diocesano de Cuenca, sobre la represión de la comunidad conversa de esta villa conquense en la segunda década del siglo XVI. Una obra que en parte es una microhistoria -o un conjunto de ellas- y participa al tiempo de las características de la Historia Local y de la General, pues el tema trasciende su ámbito de estudio, y viene a poner en su lugar, sin exageraciones ni disculpas, al menos una parte -la referida a Iniesta- de la actuación de aquel oscuro tribunal, sin duda menos duro y brutal que otros muchos, pero que no por ello resulta defendible desde nuestra moral del siglo XXI -aunque haya quien lo hace- y creemos que tampoco desde la de la época.