Dolores García Hinarejos llegó a Cuenca hace menos de un par de años, para hacerse cargo de la dirección de la Biblioteca Pública del Estado, que para entonces ya llevaba un largo periodo de tiempo sin cabeza responsable. Al fin se remedió este despropósito con el nombramiento de una persona cualificada pero miren por dónde la fiesta ha durado menos de lo que se tarda en contarlo, exactamente un año y cuatro meses, porque Dolores García Hinarejos ha pedido el traslado a otro lugar que le resulta más atractivo o conveniente, la Biblioteca Municipal de Carcaixent, en Valencia, con lo que la Casa de Cultura de Cuenca vuelve a estar sin dirección. Y como a la maquinaria administrativo-política de la Junta de Comunidades estas cosas no parecen preocuparle mucho, tenemos por delante otro largo periodo sin que nadie ocupe el puesto que ahora queda vacante. Situación similar a la que se vive en el Museo de las Ciencias, en el Museo Paleontológico y el Museo de Cuenca o Arqueológico, todos ellos sin director. Lo que nos permite deducir que este tipo de centros pueden funcionar por pura rutina mecánica, sin que nadie se preocupe de pensar o promover algo que se salga de la más simple normalidad.