MURCIA RUBIO, Javier

Olmeda del Rey, 12‑05‑1908 / Madrid, 17-04-1992

Pionero de la aviación militar, llegó a la máxima categoría en el cuerpo, teniente general del Aire. Ingresó en la Academia de Infantería en 1925 obteniendo el grado de alférez en 1928, con destinos sucesivos en Játiva y Melilla. Al nacer en España la aviación militar, realizó los cursos de observador en Cuatro Vientos y el de piloto en Alcalá de Henares, para ingresar en 1930 en la Escuela de Transformación de Guadalajara, obteniendo la titulación de piloto de aeroplano, con destino en León, desde donde participó en las operaciones aéreas desarrolladas en Asturias durante la revolución de 1934. Al regreso de un vuelo de reconocimiento, el 8 de octubre, capotó el Breguet XIX que pilotaba el capitán Jofre, resultando heridos ambos tripulantes. Al estallar la guerra civil (1936) formó parte de una escuadrilla al mando de comandante García Morato, quien le encomendó el mando de la segunda escuadrilla de caza, realizando numerosas incursiones aéreas, dentro del bando nacionalista. Actuó en los frenes de Andalucía, Seseña y el paso del Manzanares y con su grupo mantuvo el apoyo aéreo en la batalla del Jarama, actuaciones que le sirvieron para obtener el grado de capitán.

Terminado el conflicto, en 1940 fue nombrado jefe de la Unidad de Caza de Baleares, recibiendo el grado de comandante al crearse el nuevo Ejército del Aire; luego fue designado Inspector jefe de la 5ª escuadrilla de Voluntarios de Rusia (1943). En la Luftwaffe se les denominó con el nombre de 15. Spanische Staffel, agregadas a la 27ª Ala de Caza, unidad de élite al mando de Wolfram von Richthofen (jefe de la Legión Cóndor en la guerra civil española). Sin embargo, la participación del grupo aéreo español fue más bien pasiva; participaron en 86 misiones de vuelo y en 6 combates no acreditando ningún derribo. El relevo por parte de la 5.ª Escuadrilla Azul se hizo efectivo el 23 de febrero de 1944 en el aeródromo de Bobruisk, puesto que el gobierno español ya había tomado la decisión de repatriar del frente a todos los voluntarios españoles que combatían en Rusia.

Ya en España, cuando asciende a teniente coronel (1946), es nombrado Jefe del Grupo de Experimentación en Vuelo, dentro del Estado Mayor del Aire y en 1952 recibe la jefatura del aeródromo de Torrejón de Ardoz; en su siguiente nivel, coronel (1956), recibe el mando de la Zona Aérea de Melilla y al año siguiente realiza el curso de pilotos de reactores, con el nombramiento de comandante del ala de caza número 3, de la que pasó en 1958 al ala número 2 (Villanubla) y después la número 1 (Manises), en la que permanece hasta 1960 en que es designado jefe de al Sección Tercera del Estado Mayor del Aire. En 1963 el gobierno le nombra agregado aéreo en las embajadas de París, Bruselas y La Haya, permaneciendo allí hasta su ascenso a general de brigada (1965), que lleva consigo el nombramiento para la Jefatura del Estado Mayor de la Defensa aérea; ascendido a general de División (1968) es nombrado Jefe del Sector Aéreo de Valencia de la que pasa en 1970 a Canarias y, en noviembre de ese mismo año, al ascender a teniente general, recibe el mando de la Tercera Región Aérea, con sede en Zaragoza. El 22 de mayo de 1974 pasa a la situación B. Posteriormente, el gobierno le designó consejero de Estado. En su hoja de servicios se acumulan multitud de condecoraciones de diversos países. Al fallecer, sus restos mortales fueron enterrados en el cementerio de Olmeda del Rey.