Poyatos, 1493 / Valladolid, 13-09-1553
Trigesimoséptimo obispo de Cuenca (1547-1553). Cuenta la tradición que el canónigo Gonzalo González de Cañamares le vio de niño en su pueblo natal, donde trabajaba como pastor del rebaño familiar y ”admirando su raro ingenio, por la vivacidad y penetración, le admitió en el colegio de Monte Olivete que fundó en Salamanca” mediante la concesión de una beca que le permitió abandonar el ambiente rural de su pueblo para iniciar una fecunda carrera de estudios. Fue luego colegial en el mayor de San Bartolomé, de la misma ciudad en el que ingresó el 4 de octubre de 1521 y, tras recibir las órdenes sagradas, se licenció en Cánones y empezó su carrera como juez metropolitano y alcalde del Crimen en la Chanchillería de Granada (1527), oidor en la misma audiencia andaluza (1535), capellán mayor de la Capilla Real granadina, canónigo doctoral en Coria, miembro del Consejo Supremo de la Inquisición y, el 28-01-1540, fue nombrado obispo de Tuy, cargo del que se posesionó el 21 de abril. Fue nombrado luego por el emperador Carlos presidente de la chancillería de Valladolid (1542) y, finalmente, obispo de Cuenca, el 12-04-1547, sin renunciar al cargo anterior, en cuyo ejercicio le sorprendió la muerte. En principio fue enterrado en el convento de santa Clara (franciscanas), de la capital vallisoletana, pero en 1558 fue trasladado el cuerpo a Cuenca, recibiendo sepultura definitiva en la capilla mayor de la catedral. No olvidó a su pequeño pueblo natal, cuya iglesia reedificó, además de constituir en el mismo Poyatos un pósito de mil fanegas de trigo. Se suele contar como anécdota que estando en Granada conoció a un sujeto piadoso con el que mantuvo frecuentes reuniones e incluso invitó a comer y no teniendo apellido, el obispo le bautizó como Juan de Dios y con ese nombre entró en la santidad. En su epitafio sobre la losa sepulcral aún se puede leer la leyenda: “A Miguel Muñoz, obispo de Cuenca, humilde hasta lo increíble, algún tiempo presidente dignísimo y rectísimo de Valladolid. Murió felizmente en Cristo el año 63 de su edad en los idus de setiembre de 1553”.
Referencias: José María Álvarez Martínez del Peral, “Conquenses ilustres”. El Día de Cuenca, 03-05-1927 / Enrique Arias Rojo, “Miguel Muñoz, de Poyatos al obispado. Madrid, 2023. Círculo Rojo / Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. I) Cuenca, 1949, p. 238 / María S. Martín Postigo, Los presidentes de la Real Chancillería de Valladolid. Valladolid, 1982; Institución Cultural Simancas, pp. 44-45 / Trifón Muñoz y Soliva, Noticias de todos los señores obispos que han regido la diócesis de Cuenca. Cuenca,1860; pp. 196-198 / Julián Zarco Cuevas, Relaciones de Pueblos del Obispado de Cuenca. Cuenca, 1927. Imprenta del Seminario, II, p. 285 /