/ M. Cuenca 1610
Pintor posiblemente nacido en Cuenca, ciudad en la que su nombre aparece documentado a partir del año 1584, en el que figura asumiendo el encargo de pintar unas puertas para un retablo de La Parra de las Vegas. En 1589, junto con Martín Gómez el Joven, se hacen cargo del retablo de Campo de Criptana, dentro de un convenio que ambos habían firmado para que “todas las obras que dentro de tres años salieran a cualquiera de nos… en todo el obispado de Cuenca, hayan de ser y sean para entrambos y se hayan de partir e partan de por medio, y cada uno haga su mitad”. Sin embargo, poco después renuncia a su parte, dejando el trabajo en solitario para Martín Gómez. Ese mismo año asume, junto con Quílez Moreno y Fernando de Mayorga, la terminación de los retablos de las iglesias de Valdemoro del Rey y Navalón, que tenía encargados Diego de Segovia y que, al morir, su viuda Magdalena de la Torre los traspasó a los citados pintores. En 1593, junto con Giraldo de Flugo, hacen una imagen de San Juan Bautista para la iglesia de La Peraleja. En 1594 pinta el retablo tallado por Diego de Villadiego el Mozo para la iglesia de Caracena del Valle. En 1595 son cuatro los pintores comprometidos para hacer el retablo de Valdemoro del Rey: junto con Muñoz, Hernando de Mayorga, Quílez Moreno y Cristóbal de Briones. En 1596 el pintor junto con el escultor Giraldo de Flugo asumen hacer una imagen de Nuestra Señora del Rosario para Ledaña y en 1598 el acuerdo, junto con el escultor Juan de Villar, es para realizar el retablo de la iglesia de Albaladejo del Cuende.
Referencias: Pedro Miguel Ibañez, Documentos para el estudio de la pintura conquense en el Renacimiento. Cuenca, 1990; Diputación Provincial, 1990; pp. 203-204, 275, 293, 302, 314-324 / María Luz Rokiski, “Artistas del siglo XVI en Cuenca”. Revista Cuenca, núm. 33, primer semestre 1989; pp. 45‑47