Cuenca, 1952 / Madrid, 09-07-2002
Licenciado en Filología Clásica por la Universidad Complutense de Madrid (1981), al año siguiente ingresó en el cuerpo de catedráticos de Griego, obteniendo plaza en el instituto Julio Rodríguez, de Motril (Granada), desde donde obtuvo el traslado al instituto Hervás y Panduro de Cuenca en 1983. Ya entonces había surgido en él una auténtica fascinación por el teatro, que le llevó de inmediato a promover la creación de un grupo llamado inicialmente Juécar, pronto transformado en Agón, del que fue director y auténtico mantenedor, con el que realizó versiones libres de obras de Friedrich Dürremantt, Francisco Nieva, Agustín García Calvo, Francisco de Quevedo y de Antoine de Saint-Exupery para marionetas. La dedicación de Carlos Molina al teatro adquirió caracteres pasionales, abarcando todos los aspectos del medio, dedicándose a mejorar su incipiente formación autodidacta para buscar los mejores mecanismos técnicas e interpretativos. Presidente de la Asociación de Amigos del Teatro también realizó una interesantísima incursión en el terreno de la creación propia, combinando su conocimiento de la estructura clásica con una concepción ciertamente arriesgada y modernista de la representación teatral. Se encontraba excepcionalmente dotado para impulsar de manera decidida la actividad teatral cuando una desgraciada y mortífera enfermedad frustró esas esperanzas. La excepcional capacidad de Carlos Molina para renovar la dramaturgia teatral encontró un complemento en varias obras de valioso contenido literario, que han sido editadas modernamente, años después de su muerte.
Obra publicada:
El juicio (Cuenca, 2010)
El retablillo del abate Orate (Cuenca, 2011)
Comedia mojiganga y paso de Sant’urnina y Sant’toficio (Cuenca, 2014)