FRANCISCO MELO DE BRAGANZA Y CASTRO
Estremoz, Portugal, 1597 / Madrid, 18-09-1651
Militar y diplomático, I marqués de Vellisca, I marqués de Tordelaguna, I conde de Asumar, Vizconde de Caseda, incorporó su apellido a la villa de Barajas, en la provincia de Cuenca. Procedía de una rama colateral de la familia portuguesa de los Braganza. Aparece en Madrid en 1621, para ocupar uno de los puestos destacados en la corte de Felipe IV, en la que progresó con fortuna al conseguir el apoyo del todopoderoso conde-duque de Olivares, que le facilitó el cargo de mayordomo de la reina y posteriormente algunas misiones diplomáticas de importancia, teniendo en cuenta el nivel de conflictividad que mantenía la monarquía española con la de Francia y que se concretaba en disputas territoriales en Italia. Melo fue enviado como embajador ante el duque de Saboya, permaneciendo tres años en Italia, misión a la que sucedió otra ante el Sacro Imperio Romano, durante la guerra de los Treinta Años, experiencia en la que se despertó su interés por la estrategia y la técnica militar, de manera que Olivares le encargó la jefatura de armas en el Milanesado y luego fue nombrado virrey de Sicilia. De allí fue enviado a Flandes, como capitán general de los famosos Tercios (1641), cuya legendaria fuerza reactivó, con la reconquista de la ciudad de Ayre sur la Lys, luego tomó Lens y derrotó a los franceses en la batalla de Honnecourt (1641). Envalentonado por estos triunfos emprendió nuevas acciones que le llevaron a la escandalosa derrota de Rocroi (1643), que se saldó con la pérdida de miles de soldados españoles y la pérdida de Thionville (16449, lo que tuvo para Melo un desastre personal: el pueblo le culpó de la ominosa derrota, su casa de Bruselas fue asaltada por una muchedumbre enfurecida y hubo alteraciones populares en otras ciudades.
Vuelto a España, recuperó la total confianza del monarca cuando, al producirse le rebelión de Portugal, mantuvo su fidelidad a España, formando parte de los Consejos de Estado y de Guerra, con el añadido del marquesado de Vellisca, creado por el rey Felipe IV el 7 de septiembre de 1646, distinción a la que un siglo después, el 15 de diciembre de 1771, el rey Carlos II añadió la grandeza de España. El título sigue teniendo vigencia actualmente. Por lo que se refiere a la incorporación del apellido Melo al nombre de Barajas, sucedió tal cosa el 19 de mayo de 1646, cuando la corona decidió vender la villa a Francisco de Melo, como premio por los servicios prestados en la guerra y en la diplomacia. Pasó de una manera discreta los dos últimos años de su vida. Fue sepultado en el convento de la Santísima Trinidad, de Madrid, ya desaparecido y con él se perdió también la tumba del primer marqués de Vellisca. En la conocida película Alastriste, el personaje de Francisco Melo es interpretado por el actor Paco Tous.
Referencias: Ángel González Palencia, “Nuevas noticias biográficas de don Francisco de Melo, vencedor en Chatelet (1597-1651); Madrid,. 1944; Boletín de la Real Academia de la Historia, CXV, II, pp. 209-257 / Fernando González de León, Diccionario Biográfico Español, Real Academia de la Historia.