MARTÍNEZ LORENTE, Luis

Campillo de Altobuey, 27-04-1937 / Cuenca, 01-05-2012

Ingresó en el seminario menor de Uclés en 1949 y fue ordenado sacerdote el 27-05-1961. El 18 de julio de ese mismo año se hizo cargo de la parroquia de Alarcón, junto con la del cercano Valhermoso de la Fuente, lugares en los que permaneció durante toda su carrera sacerdotal y en donde tenía un enorme arraigo popular. Desde el primer momento de su estancia en la histórica villa medieval mostró interés por conocer las peculiaridades artísticas del fastuoso recinto al que había sido destinado y con empeño y firmeza empezó a penetrar en las profundidades de semejante tesoros. Responsable directo, por su insistencia y constancia, en las tareas de reconstrucción de la villa, fue también delegado diocesano de Pastoral de Turismo, autor de artículos, ensayos y conferencias que han contribuido a divulgar y conocer la importancia de Alarcón.

De una manera callada, el sacerdote ha sido un factor esencial en la recuperación activa del conjunto monumental de Alarcón, gestionando de manera incansable todo tipo de actuaciones para poner en valor el enorme patrimonio del lugar. Recibió la Medalla de plata de Castilla-La Mancha al cumplirse el décimo aniversario de la aprobación del Estatuto regional, acto celebrado en la iglesia de Santa María. El 27-11-2011 el Ayuntamiento impuso su nombre a una calle de la villa, la misma en que se encuentra la Casa Rectoral, en el centro de una serie de actos de homenaje al cumplirse los 50 años de su llegada al pueblo, ocasión en que los vecinos de Alarcón pudieron demostrar de manera fehaciente la simpatía colectiva hacia su párroco y vecino y cuando existía ya el convencimiento de que la enfermedad amenazaba su vida.  Una placa, situada en la Plaza del Infante Don Juan Manuel, da fe de aquel reconocimiento: “A Luis Martínez Lorente, cura del pueblo, piedra angular de Alarcón. 2012”. Lamentablemente, su inmenso conocimiento del lugar y de sus iglesias no fue trasladado a un libro que tenía proyectado y que hubiera sido definitivo para el conocimiento exhaustivo de Alarcón.

Ilustrración: Foto de Chema Conesa