N. Saelices
Abogado, del que se conocen muy pocos datos biográficos, a pesar de que era académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, en cuyo Boletín apareció la única publicación impresa que se le conoce, un alegato dirigido contra el historiador Risco en el que reivindicaba la situación de Segóbriga en el cerro de Cabeza Griego, titulada Impugnación al papel que con el título de Munda y Cértima celtibéricas dio a luz el R.P.M. Manuel Risco, de la Orden de San Agustíny que fue enviada al ente académico el 27 de junio de 1802, siendo publicada en el tomo IV, correspondiente al año 1805. Es en ese documento en el que Martínez Falero se declara “abogado de los Reales Consejos, vecino de la villa de Saelices”.
En el año 1789 coincidió con el prior de Uclés, Antonio Tavira, en un común interés por conocer qué se escondía bajo las apariencias semiruinosas que se podían adivinar en el paraje de Cabeza de Griego. De esta manera concibieron la idea de llevar a cabo una primitiva excavación que en seguida empezó a poner al descubierto lo que acabaría siendo la ciudad hispano-romana de Segóbriga. Martínez Falero escribió un largo y documentado informe en el que contradecía hipótesis anteriores de diversos historiadores, sentando así las bases en que se apoya el gran edificio levantado posteriormente y que hoy nos permite tener un amplio conocimiento del lugar,
Fermín Caballero nos ilustra algo más sobre este casi desconocido personaje, al informar que fue el encargado de mostrar el lugar de Segóbriga al abate Lorenzo Hervás y Panduro cuando lo visitó hacia 1800, momento en el que ya tenía conciencia cierta de que esas ruinas romanas eran las de tal lugar y no las de otros que se querían adjudicar al paraje.
Este asunto debió ser el principal de su actividad, porque se conserva otro documento en el que José Antonio Conde informa a la Real Academia de la Historia “de una relación de 44 monedas enviadas por Juan Francisco Martínez Falero y halladas en Segóbriga y el listado de las mismas”. Un trabajo reciente, firmado por la actual directora del yacimiento, Rosario Cebrián, explica de manera detallada como fue la excavación arqueológica realizada en 1804 por Martínez Falero en el anfiteatro de Segóbriga, incluyendo en su trabajo los documentos, hasta ese momento inéditos, conservados en la Real Academia.
Aparte esta dedicación a su lugar natal, nada más se sabe acerca de los méritos que pudo haber acumulado para ser designado académico correspondiente.