Saelices, 07-06-1800 / Montalbo, 26-11-1866
Abogado y propietario agrícola. Estudió en el Seminario de Cuenca, pero abandonó la carrera eclesiástica cuando apenas si la había iniciado, pasando a seguir estudios de Leyes en la Universidad de Alcalá, obteniendo el título en 1822 para de inmediato comenzar el ejercicio de la abogacía. Alternó la actividad jurídica con la política, tanto en el seno de la Diputación Provincial, en la que fue secretario y diputado, como en el Congreso de Diputados, en el que obtuvo escaño por Cuenca en las Constituyentes de 1836 y 1854. En esa trayectoria destacó por sus ideas progresistas, que le llevaron a ser marginado durante la etapa absolutista de Fernando VII, pero a la muerte del monarca, pudo recuperar su personalidad anterior volviendo a desempeñar un destacado papel en el ámbito de la política. Hijo de Juan Francisco Martínez Falero, alcalde de Saelices y el primer impulsor, en el tramo final del siglo XVIII de las excavaciones en Segóbriga, heredó de su padre la pasión por las viejas ruinas y procuró protegerlas de los sucesivos expolios de que eran víctima. Elegido correspondiente de la Real Academia de la Historia, en 1830 presentó a la misma un documentado informe pidiendo protección para el yacimiento, del que se estaban extrayendo los mejores sillares del anfiteatro para la construcción de los edificios anexos a los Baños de Fuencaliente y no recibiendo suficientes garantías del Estado, asumió por su propia cuenta la conservación de lo que ya estaba descubierto. En el año 1847 fijó su residencia en Montalbo, donde poseía tierras, dedicándose a la explotación agrícola.
Ilustración: Retrato de Jerónimo Martínez Falero, José Vallejo (1855), Biblioteca Nacional.
Referencias: José Torres Mena, Noticias Conquenses. Madrid, 1878; p. 748 / Juan Manuel Abascal, El Día de Cuenca, 20-09-2005