Llega a su número 16 la revista anual Mansiegona, que se edita desde Masegosa con estudios y artículos sobre la comarca serrana que tiene el centro vital y demográfico en Beteta, ofreciendo un amplio panorama sobre las circunstancias que influyen en un territorio tan característico. El número se abre con un artículo de su coordinador, Jorge Garrosa, en el que comenta el papel visual y ecológico que han desempeñado siempre los olmos en el sentimiento de los pueblos y continúa con un trabajo de José Luis Muñoz titulado “Un sueño quijotesco por la Sierra de Beteta”, donde juega a adivinar o presentir por dónde pudo transitar Don Quijote (y su escudero Sancho, por supuesto), para ir desde la Mancha hasta Aragón. El mismo Jorge Garrosa habla de “La fortaleza de Cañizares (apuntes sobre un castillo desaparecido)”; Joaquín Esteban Cava escribe “Cuenca contra su sierra. El ejemplo de la Mancomunidad de pastos de la Sierra de Cuenca”. Raúl Muñoz Checa lo hace “Sobre la cal y las caleras, un oficio perdido”, Emilio Guadalajara escribe de “El arrastre de maderas con animales”, José A. González Novoa y Violeta Hevia Martín, de “El valor de la trashumancia y las vías pecuarias: beneficios ecológicos, sociales y económicos”, Manuel Cardo expone unos “Recuerdos de la trashumancia”, Miguel Plaza Langreo escribe sobre “La escima y el trasmocho”, Miguel Álvarez Cobelas de “El antiguo cangrejo de río de la Serranía de Cuenca ya tiene quien le escriba y Dolores Benítez García termina el número con un artículo entre nostálgico e informativo sobre “La casa del Corregidor” y sus antiguos habitantes.