EMILIANO ALONSO LOZANO MORENO
Tarancón, 04-02-1909 / Tarancón, 03-05-1995
Pintor, decorador y dibujante, cuya actividad estuvo siempre ligada a Tarancón, ciudad que pintó de manera incansable, tanto en cuadros como en programas festivos, publicaciones. etc. La familia poseía un comercio de telas confeccionadas en la planta baja de su vivienda, de la que posteriormente se trasladaron a otra, en la calle Zapatería. Desde muy niño mostró una clara inclinación hacia la pintura; de hecho, se conserva un cuadro pintado en 1918, cuando solo tenía 9 años, pero no se tienen noticias de que por entonces acudiera a ningún centro formativo hasta que en 1926 manifestó de manera expresa sus deseos de aprender la técnica artística, intención que contó con la complicidad de la madre, Soledad, frente a las reticencias del padre, Benito. Así pudo acceder, primero a la Escuela de Artes y Oficios de Valencia (1926) y al año siguiente a la Academia de Bellas Artes de San Carlos, en la que permaneció hasta abril de 1930, integrándose plenamente en el activo movimiento artístico que por esos años se vivía en la ciudad mediterránea y que introducía conceptos renovadores sobre las estructuras tradicionales. En esa etapa, el joven estudiante empezó a desarrollar una actividad que mantendría en vigor toda su vida: dibujos publicitarios para firmas comerciales que se publicaban en los periódicos locales y figurillas de madera que vendía los domingos en el mercadillo callejero situado junto a la Plaza de Toros, actividad con la que obtenía ingresos con los que ayudar a su mantenimiento. Sin embargo, no pudo cumplir sus deseos de obtener una beca para viajar al extranjero ni concluir los estudios y obtener la titulación académica: a comienzos de 1930 su padre le obligó a volver a la casa familiar ante la grave enfermedad que padecía la madre que, en efecto, murió en octubre de ese año y de esa manera Emiliano Lozano se incorporó al negocio familiar, sin abandonar nunca Tarancón, pero sin renunciar tampoco, en ningún momento, a la vocación pictórica, que mantuvo activa de manera constante hasta el final de su vida, dando origen a cientos de trabajos en los que destacan su capacidad de observación, el detallismo en el trazo del dibujo y la riqueza cromática que aporta a sus cuadros.
Autor permanente de las portadas de los programas de fiestas de Tarancón, fue amigo de Menéndez Chacón y publicó algunas caricaturas en ABC. Pero el conjunto de su obra transmite el carácter, la vida y el espíritu de su tierra natal, de la que pintó monumentos, calles, niños, adultos, paisajes, fiestas y costumbres, algunas realmente emocionantes, como la partida de cartas, los arrieros, los segadores. Una calle de Tarancón lleva su nombre. “Un apresurado análisis de su obra revela que fue un gran grafista con unas posibilidades inconmensurables y que habría triunfado en el cartelismo si se lo hubiera propuesto. Fue también un pintor académico, fiel a lo visto y representado. Y, a veces, un pintor romántico y un simbolista y un costumbrista (demasiado). Pintó el pueblo, su pueblo y lo que en el pueblo acontecía” [Antonio Martínez Cerezo, en El Día de Cuenca, 06-12-2003]. El 28-10-2006 quedó inaugurada en la calle Zapatería núm. 12 una exposición permanente de su obra, unas 300, cedidas al Ayuntamiento de Tarancón. La pintura de Emiliano Lozano, redescubierta y reivindicada por los críticos en épocas recientes, entronca con la tradición paisajística tan frecuente en los artistas manchegos, con un amplio espacio para el costumbrismo, el dibujo de personajes, la sátira y la caricatura, sin que falte una aproximación a las vanguardias y un agradable toque de humor. A comienzos de 2011 se anunció que estaba muy avanzado el proceso de catalogación de las más de 3000 obras realizadas por el artista, de las que ya se habían documentado unas 1.500, con destino a una ambiciosa publicación patrocinada por el Ayuntamiento y que, efectivamente, ha visto la luz, en forma de dos gruesos volúmenes, recogiendo no solo exhaustivos trabajos analíticos sobre la obra del artista sino también un catálogo total de su ingente producción y de cuyo contenido conviene destacar el capítulo de introducción, “El pintor Emiliano Lozano, por la caricatura a la modernidad”, original del profesor Pedro Miguel Ibáñez Martínez.
Emiliano Lozano tiene dedicado un espacio expositivo monográfico en su ciudad natal, en la Casa Parada. La colección total, está compuesta por 300 obras, donadas al Ayuntamiento por la familia y que es un excelente muestrario de la gran diversidad de la obra del artista: desde pequeños bocetos a grandes formatos, realizados en toda clase de soportes (lienzos, madera, cartón, papel, tela e incluso piedra), aplicando todo tipo de técnicas (acuarelas, lápices, óleo, tinta china, pasteles, tierras) y en las que produce distintos y variados motivos (costumbrismo, bodegones, carteles, paisajes, caricaturas, cómic, retratos, etc.).
Ilustración: Emiliano Lozano, Autorretrato
Referencias: Milagros Carranza Muñoz, Emiliano Lozano Moreno; Ayuntamiento de Tarancón; vol., I, 2011; vol. II, 2022.