Huerta de la Obispalía, 16‑10‑1920 / Cuenca, 22-05-2022
Médico de profesión, especializado en ginecología, alternó esta ocupación profesional con la política, terreno en el que fue uno de los más claros ejemplos personales de la transición a la democracia, a la que se incorporó de manera total abandonando sin ningún problema su anterior vinculación con el régimen franquista. Hombre conservador y religioso (tuvo 14 hijos), nació en el seno de una familia de agricultores y ganaderos. Estudió en la Universidad de Madrid y de inmediato se incorporó a ejercer la profesión en Cuenca, donde ocupó el puesto de jefe del servicio de Tocoginecología en el hospital “Virgen de la Luz”, cuya dirección también asumió más tarde. Sin que hubiera mostrado especial vocación política al término de la guerra civil, en 1960 fue nombrado consejero provincial del Movimiento y al año siguiente alcalde de Cuenca por Orden del ministro de la Gobernación el 28-10-1961 (tomó posesión efectiva el 31) y tras un breve espacio de retiro, fue designado presidente de la Diputación provincial, cargo del que tomó posesión el 21‑07‑1971 y en el que permaneció hasta 1974. A la vez, ocupó repetidamente escaño en las Cortes como procurador, primero como representante de la Administración Local en las legislaturas VII (1961), y VIII (1964), y luego en representación del tercio familiar en la IX (1967) y X (1971). Al instaurarse la democracia en 1978, fue elegido senador por UCD, obteniendo 66.298 votos, esto es, el máximo de los emitidos, lo que da idea del nivel de popularidad con que contaba en toda la provincia. En esa condición participó en el debate que dio forma a la Constitución de 1978, sin que posteriormente continuara en la actividad política, a la que ya no regresó.
La gestión municipal de Rodrigo Lozano de la Fuente responde a una filosofía no muy frecuente, al menos en los tiempos que corren, más preocupado por la eficacia concreta de las decisiones que por la apariencia o impacto mediático que puedan producir. De una forma silenciosa, sin alharacas, en 1962 puso en marcha la Semana de Música Religiosa de Cuenca, que ha llegado a ser uno de los festivales musicales especializados más importantes del mundo y en 1966 acogió la sorprendente sugerencia que le planteaba el pintor Fernando Zóbel y aceptó cederle las Casas Colgadas recién restauradas para que instalara en ellas el Museo de Arte Abstracto Español, de manera que en solo esos cuatro años, el alcalde Lozano abrió para la ciudad de Cuenca simultáneamente un ámbito para la tradición musical y otro para el arte más atrevido, dualidad que refleja muy bien su carácter pragmático. Del mismo modo facilitó la construcción por el Estado de la Casa de Cultura y Biblioteca Pública, obra proyectada por el arquitecto Miguel Fisac y gestionó la declaración de Interés Turístico Internacional para la Semana Santa de Cuenca y la Semana de Música Religiosa. Cumplido este proceso, se retiró de la vida pública para dedicarse exclusivamente a la actividad profesional y a la vida familiar. El 16 de marzo de 1995 recibió un homenaje en forma de concierto, en el Teatro-Auditorio de Cuenca, por su excepcional contribución al desarrollo de la cultura como fórmula de progreso y turismo, impulsada durante su etapa como alcalde de Cuenca. Falleció a la edad de 101 años.