La Ventosa, h. 1591 / 1635
Aventurero y agitador político, experto en prácticas picarescas, falso clérigo, estafador y otras picardías similares. Como suele ocurrir en estos personajes, estaba dotado de una gran inteligencia natural y algo de cultura, pues aprendió las primeras letras y nociones de gramática, conocimientos que le fueron muy útiles en la falsificación de documentos. Sin embargo, esos incipientes conocimientos decidió emplearlos en aplicar en las calles todo tipo de trampas, argucias y fullerías, que le llevaron repetidamente a la cárcel en diversos lugares (Cuenca, Barcelona, Zaragoza) a la vez que iba en ascenso su fama como delincuente. Cuenta Heliodoro Cordente que una de sus más famosas aventuras fue recorrer los pueblos de la Alcarria de Cuenca provisto de unos papeles debidamente arreglados en los que figuraba como comisionado real para apresar a los moriscos que pudieran estar refugiados en esos lugares, argucia que le permitió engañar a no pocas personas y recabar sustanciosos dineros. En eso se ocupó hasta conseguir ser apresado y recibir una condena a cadena perpetua, cuando una de sus trapacerías llegó hasta la cumbre de la corte. Había difundido la idea de que se había formado una conspiración contra el rey Felipe IV para hechizarlo y desmontar el poder del conde-duque de Olivares y allí acabaron sus juegos, para dar con sus huesos en la cárcel, castigado con prisión perpetua.
Referencias: Heliodoro Cordente, Brujería y hechicería en el obispado de Cuenca. Cuenca, 1990; Diputación Provincial, pp. 179-183.