José María Rodriguez González, profesor de instituto e historiador viene dedicándose en los últimos años a bucear en algunos de los infinitos secretos que guarda la catedral de Cuenca (como, por otro lado, es cosa común a todas las viejas catedrales de la Europa occidental), dedicación que ya se ha plasmado en varios libros de evidente interés, Manto de luz: mitología de la luz en la catedral de Cuenca (2004), Iconografía e Iconología de la Catedral de Santa María, Cuenca (2013), Arcángeles del siglo XIII (2017) y Aggelos. Catedral de Santa María (2019)además de numerosas publicaciones aisladas a través de distintos medios, incluidas las redes sociales.

            Ahora vuelve al terreno literario con un volumen de original (y extraña) configuración, Legado de embrujo y leyenda, en el que bajo la técnica del relato desarrolla una amplísima y variada temática relacionada con Cuenca que en buena medida tiene una finalidad didáctica, en cuanto que sus narraciones pueden contribuir a un mejor conocimiento de hechos históricos. Para ello, el autor reproduce unas añejas conversaciones que cuando era pequeño mantenía con su abuelo Sabino y de ese modo va hablando lo mismo de la conquista de la ciudad que de las fiestas de San Mateo, a través de 363 que, a fin de cuentas, vienen a formar una apretada y heterodoxa historia de Cuenca.