GARCÍA SALMERÓN, Cristóbal

Cuenca, h. 1603 / Madrid, 1666

Pintor, una de las figuras conquenses más destacadas del periodo barroco y también una de las menos conocidas y estudiadas. Generalmente y siguiendo la opinión de Antonio Palomino, se da por hecho que fue discípulo de Pedro Orrente durante la estancia de éste en Cuenca, asumiendo unas características que denotan una evidente influencia que le aproximan a las tendencias estéticas vigentes en la época. La primera obra firmada que se conoce es un San Julián para la catedral de Málaga (1637), en la que efectivamente los especialistas encuentran influencias tanto de Orrente como de Vicente Carducho. Durante su etapa inicial en la ciudad conquense realizó algunos trabajos para la catedral, en especial el San Juan Bautista de la capilla de San Antolín, una serie sobre aspectos de la vida de San Julián  y un ciclo de apóstoles y profetas que pintó para un monumento de Semana Santa que se instaló en la nave de los Reyes, de la catedral (1648-1649) y del que se conservan algunos fragmentos: un Apostolado en la sala capitular y cuatro profetas en las ojivas de la nave. . Antes, con ocasión de la estancia en Cuenca del rey Felipe IV, el artista pintó un lienzo sobre las fiestas de toros que se llevaron a cabo en la ribera del Huécar (1642) cuadro que estuvo en el antiguo Alcázar de Madrid. Se sabe que también hubo obras suyas en los conventos de San Francisco y del Carmen calzado, de Cuenca, pero ninguna de ellas se conserva.

Tras esta etapa local, García Salmerón se trasladó a Madrid, probablemente buscando mejores oportunidades, que encontró realizando una de obras más notables, El buen pastor, propiedad del Museo del Prado y depositado por éste en la iglesia de San Jerónimo el Real; se le atribuyen igualmente algunos cuadros de apóstoles que conserva el Museo del Prado y obras en varias ciudades españolas, especialmente valioso es un Apostolado en el Museo Diocesano de Valladolid. En el Museo Nacional de Cataluña se conserva un San Bruno, donación de María Badeigts, marquesa de Cornellá, en 1935.

Una de las características que definen el estilo de García Salmerón es que dentro del tono severo y de oscuro cromatismo propio del barroco, incorpora en ocasiones estampas coloristas propias del arte flamenco además de utilizar como fondo de sus obras composiciones arquitectónicas que también reflejan ambientes de los Países Bajos.

El Museo del Prado tiene catalogadas las siguientes obras de García Salmerón: El buen pastor, San Juan Evangelista, San Simón, San Bartolomé, Santiago el Menor, Santiago el Mayor, Santo Tomás, San Pedro. En la catedral de Málaga se encuentra un cuadro dedicado a San Julián, en la capilla dedicada al obispo de Cuenca, con la firma de García Salmerón.

Una obra ciertamente singular, por su temática y estructura, sería, si pudiera ser localizado en algún momento, la que pintó recogiendo la corrida de toros en la Hoz del Huécar, en 1642, y de la que solo hay referencias indirectas. En el inventario realizado en el Alcázar Real en 1686 se define como “un lienzo de dos varas y media de largo y dos de alto en la ciudad de Cuenca y fiestas que hicieron el año 1642 al Rey nuestro señor que esté en gloria”. La obra estaba colgada en el pasadizo de la Encarnación, que comunicaba el Alcázar con el monasterio y se dio por perdida en el incendio devastador de 1734, de manera que en el inventario realizado posteriormente ya no se menciona. Sin embargo, no existe la certeza absoluta de que llegara a desaparecer. El historiador Diego Íñiguez ha localizado un cuadro con esta temática en la colección murciana de D’Estoup, que podría ser el de García Salmerón, pero esa colección fue saqueada durante la guerra civil y posteriormente fragmentada, por lo que tampoco es fácil conseguir localizar el cuadro que nos interesa, al que se sigue dando en paradero desconocido.

Imagen: San Juan Evangelista, Museo del Prado, Madrid.

Referencias: Jesús Bermejo Díez, “Un pintor del siglo XVII: Cristóbal García Salmerón. Su vida y su obra en Cuenca”. Madrid, 1972, Archivo Español de Arte, núm. 175, pp. 9 y sig. / Sonia Casal Valencia, “Una fiesta de toros en Cuenca. El cuadro que pintó Cristóbal García Salmerón para el rey Felipe IV”; Sevilla, 2021, Atrio, Revista de Arte, núm. 27, pp. 50-66 / Alfonso E. Pérez Sánchez, Pintura barroca en España 1600-1750. Madrid, 1992; Cátedra.