GALEOTE RIARIO, Rafael

Savona, Italia 03-05-1461 / Nápoles, 09-07-1521

Trigésimotercer obispo de Cuenca (1493-1521). Nació en el seno de una familia de clase media, los della Rovere, establecida en la república de Génov y fue uno de los más claros ejemplos de nepotismo aplicado por los pontífices en aquella época convulsa. Sobrino del papa Sixto IV, estudió Derecho Canónico en la Universidad de Pida, fue protonotario apostólico, obispo electo de Imola, legado pontificio en Hungría y sin que ni siquiera aún hubiera sido ordenado sacerdote, fue nombrado cardenal con el título de San Jorge y Velabro cuando solo tenía 17 años (1480) , al que se añadió luego el de San Lorenzo en Damasco (1483), manteniendo el anterior, por lo que fue doblemente cardenal, llegando a camarlengo de la Iglesia con 22 años, además de ser arzobispo de Cosenza y Salerno y de obtener otros variados privilegios eclesiásticos, en la gestión de monasterios, y activo participante en la política italiana de la época. Enviado por el papa a España, en 1484 fue nombrado administrador del obispado de Osma y en 1493 se le otorgó el de Cuenca, del que tomó posesión el 15 de agosto. No hay noticias de que viniera nunca a su diócesis, que fue administrada en su nombre por el cabildo. Sin embargo, durante este obispado se hizo el traslado del cuerpo de san Julián. A pesar de estar siempre ausente, es muy probable que la influencia del cardenal Galeote fuera de gran importancia en un aspecto destacado, el de las obras de la catedral, pues como apunta Miguel Angel Monedero «al no residir nunca en esta ciudad obligó a muchos de sus canónigos a viajar a la Ciudad Eterna. Allí se empaparon de humanismo y a su vuelta quisieron emular esa tendencia al mecenazgo que lleva aparejada la búsqueda de la gloria personal», explicación coherente si advertimos que justamente en esa época se produce una auténtica fiebre de construcción de capillas en la catedral, en la que trabajan los más destacados artistas de la época. Si la teoría es cierta, al cardenal Galeote Riario se debe -aunque de forma indirecta- gran parte de la belleza que atesora el primer templo conquense. De hecho, durante su episcopado, a comienzos del siglo XVI, se efectuaron las obras que dieron lugar a la actual Sala Capitular y en el orden interno del cabildo, se erigió la dignidad de arcipreste y la de prior. Siendo obispo de Cuenca fue nombrado parea ocupar la diócesis de Málaga el 12 de mayo de 1518 pero renunció a ella el 3 de septiembre, por lo que mantuvo la titularidad de Cuenca hasta su fallecimiento.

Referencias: Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. I) Cuenca, 1949; p. 234 / Trifón Muñoz y Soliva, Noticias de todos los señores obispos que han regido la diócesis de Cuenca. Cuenca,1860; pp. 166-167