FRANCISCO DE SANTA MARÍA

Montalbanejo 1586 / Nagasaki 17‑08‑1627

Ingresó muy joven en la orden franciscana, reformada por San Pedro de Alcántara, siendo enviado a Filipinas en 1609; en el archipiélago que fue español, tras ser ordenado sacerdote, erigió la primera iglesia dedicada a la Virgen Inmaculada, construida sólo con elementos vegetales autóctonos. En 1623 fue nombrado guardián del convento de San Francisco del Monte y tres años después emprendió viaje a Japón, en una época en que la difusión del cristianismo merecía serias represiones en el imperio nipón, lo que obligaba a los misioneros a actuar de manera clandestina. En una de esas oleadas represivas fue capturado, junto con otros compañeros y fieles, que fueron quemados vivos en Nagasaki. Fue beatificado por Pio IX el 7 de julio de 1867, junto con otros 22 mártires igualmente sacrificados con él en Japón.

Referencias: José María Álvarez, Martínez del Peral, “Conquenses Ilustres”. El Día de Cuenca, 16-06-19289.