ESPEJO, José

Mota del Cuervo, 1720 / Madrid, 06-06-1797

Actor teatral de reconocido y popular prestigio en su época. Su padre era natural de Mota del Cuervo y su madre de Motilla del Palancar y uno de sus hermanos fue sacerdote en la villa moteña. Definido por Cotarelo como “obeso y de corta estatura, redondo de cara” y “goloso y murmurador”, comenzó a trabajar en los corrales de la capital de España hacia 1748 iniciando una actividad ininterrumpida hasta poco antes de morir, en la que tuvo ocasión de interpretar toda clase de papeles desde actuaciones de primer galán hasta la del gracioso pasando por innumerables tipos del repertorio teatral, inagotable carrera dramática en la que cosechó todo tipo de elogiosos comentarios, destacando el de Emilio Cotarelo que le señaló como el tipo y compendio del cómico antiguo, enemigo acérrimo de cualquier innovación modernista, a la vez que se cita el hecho de que el dramaturgo Ramón de la Cruz escribiera para él algunos sainetes adecuados a su excelente capacidad para interpretar personajes viejos y charlatanes. Entre las numerosas funciones que interpretó, los cronistas de la época mencionan Las labradoras de Murcia, El peregrino en su patria, El licenciado Farfulla o Chorizos y polacos, esta última una zarzuela en tres actos y en verso, original de Luis Mariano de Larra con música de Barbieri en que se representaba los enconados enfrentamientos entre los aficionados del Teatro del Príncipe y el de la Cruz, en la capital de España, obra en la que Espejo interpretaba al jefe de los polacos. Al morir, donó a la iglesia de Mota del Cuervo un Niño Jesús dentro de una urna. La figura y la obra de José Espejo está recogida en el Museo Nacional del Teatro, en Almagro, donde comparte protagonismo con otros grandes de la escena española del siglo XVIII, como Joaquín Caprara, Lorenza Correa, María Antonio Vallejo “La Caramba”, Juan Carretero, Miguel Garrido, etc. Se retiró de los escenarios el 7 de marzo de 1792, después de haber trabajado durante más de 40 años.

Es interesante señalar otra dimensión de esta personalidad, como uno de los promotores principales de la que se llamó Cofradía de Nuestra Señora de la Novena, que puso en marcha la iniciativa de organizar La Enfermería del Gremio de Representantes, llamada también El Hospital de los Cómicos, con un marcado carácter sindicalista y de protección mutua, a lo que se añadió también la fundación de un Montepío de Representantes para socorrer a los actores jubilados, viudas y huérfanos que quedaban sin protección.

Ilustración: José Espejo, visto por Juan de la Cruz en el sainete «El careo de los majos», de Ramón de la Cruz [Biblioteca Diginal Memoria de Madrid].

Referencias: Emilio Cotarelo, Don Ramón de la Cruz y sus obras; Madrid, 1989, pp. 594-595 / José Manuel González Mujeriego, “Historia de Mota del Cuervo” / Federico Carlos Sainz de Robles, El teatro español. Historia y antología (desde sus orígenes hasta el siglo XIX), Madrid 1943