MARÍA JACINTA ENGUÍDANOS LÓPEZ
Casasimarro 15-08-1752 / Casasimarro 15-01-1786
De familia acomodada, no fue capaz de aprender a leer, pero se lo pidió a la Virgen en oración y al momento pudo tomar un libro de Santa Teresa y empezó a leerlo en voz alta. Eso dice la tradición hagiográfica que acompaña la figura de esta mujer, cuya única actividad conocida fue la de mantener durante su corta vida una férrea fe religiosa, acompañada de incontables manifestaciones piadosas, como la de sufrir con alegría sus numerosas enfermedades y sucesivas desgracias familiares. Por ello murió en olor de santidad, tras haber intervenido en la inexplicable curación de doña Inés Maestro o en el hecho acaecido al sacristán Francisco Pastor Sáiz. José Clemot y Lara escribió una Vida de María Jacinta (Madrid, 1789) cuyo manuscrito se conserva en el archivo parroquial de Casasimarro.
Referencias: Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. II) Cuenca, 1954, p. 202.