Escrito por Carolina Martínez y diseñado por Cristina Vergara, El punto ciego del paisaje es el segundo libro-artefacto de Salvoconducto books, un libro que busca iluminar los puntos ciegos y los décalages. El punto ciego es ese ángulo muerto que nuestros ojos no ven, pero nuestro cerebro reconstruye. La verdad, la esencia, aflora en esa suspensión, en ese intersticio, en ese intervalo deleuziano que hay entre fotograma y fotograma. Pero el punto ciego es también una intersección espacio-temporal mágica, aquella en la que opera el dios griego Kairós, en la que se entrecruzan el tiempo humano y el divino.
El poemario, como un conjunto, tiene su punto ciego, pero también cada una de sus partes y cada uno de los poemas que lo componen. Todos están poblados de puntos de fuga, de posibles puntos de giro de la historia [Comentario de Olga Muñoz en el blog Escritores Conquenses].