CRISTIANOS DE CALOMARDE

LOS CRISTIANOS DE CALOMARDE Y EL RENEGADO POR FUERZA

León López y Espila.

Estudio de José Antonio Silva Herranz

Cuenca, 2014. Diputación Provincial; 278 pp. Colección Atalaya, 35

            Del fondo del cajón donde descansan tantos misterios literarios (de otro tipo también, pero aquí nos interesa ese sector de la Cultura), José Antonio Silva ha rescatado, con la minuciosa precisión que caracteriza su trabajo, una figura sorprendente, apenas conocida en su tierra natal, Cuenca, aunque ha merecido la atención de varios estudiosos de la única obra de León López y Espila (San Clemente, 1799), un texto sorprendente que responde al título alambicado de Los cristianos de Calomarde y el renegado por fuerza, publicado por primera vez en 1835.

            Se trata de un libro de memorias personales y, por tanto, autobiográfico. El propio autor enfatiza que no ha pretendido llevar a cabo ninguna invención fantasiosa de corte literario sino exponer lisa y llanamente sus propias experiencias, a través de una serie de acontecimientos que tienen más de novela de aventuras que de cualquier otra cosa, como quizá corresponde a la turbulenta España que le tocó vivir. López y Espila era, como dice Silva “un apacible rentista” manchego, que vivía en su villa natal entregado a las actividades económicas propias de un rico hacendado del campo, sin mostrar otro tipo de preocupaciones hasta que surgió ante él, como en tantísimos otros casos, la necesidad de elegir una opción política y se inclinó por la vía constitucional. Por donde quiera que nos acerquemos a la permanente convulsión que nos azota desde hace dos siglos encontraremos siempre una de las dos Españas intentando helar el corazón de la otra mitad. El regreso de Fernando VII al país, tras la guerra de la Independencia, eliminó la breve Constitución de 1812 sustituida por el gobierno personalista, absoluto, del rey y sus amigos, oscuro periodo interrumpido a su vez, brevemente, por el Trienio Liberal (1820-1823) que durante tan corto espacio de tiempo intentó recuperar la vía constitucionalista que el propio monarca juró asumir de buen grado. Iluso sueño, frustrado no solo rápidamente, sino también con total ferocidad. La reacción cayó de bruces sobre quienes, como López y Espila, se manifestó a favor del sistema por lo que, a la caída de éste, fue víctima de la conveniente represión que le llevó primero a la huida a Granada y posteriormente a Marruecos y Francia. Este es el periplo, ciertamente aventurero, angustioso en muchas ocasiones, que relata en su obra y en la que, junto a la narración de sus experiencias y desventuras, incorpora observaciones del máximo interés sobre la forma de vida los marroquíes pero también sobre las circunstancias políticas y religiosas en que se desenvolvía el siempre complejo país español, lo que explica el alambicado título, seguramente incomprensible para nosotros, pero con las necesarias claves explícitas para el lector de su tiempo.

            El texto se acompaña de un expresivo estudio introductorio de José Antonio Silva, en que con suma claridad sitúa la época, los acontecimientos y los datos necesarios para aprehender las circunstancias del momento, antes de dar paso a la obra de López y Espila, cuya lectura es sumamente cómoda y agradable. Se trata, pues, de una recuperación verdaderamente valiosa que pone en primera línea de interés la figura de un ciudadano conquense maltratado por la realidad política pero que dio el paso de contar su experiencia y dejarla plasmada en letras impresas. Para valorar debidamente la importancia de esta recuperación, basta señalar que en el voluminoso, exhaustivo y detallista Diccionario biográfico del Trienio Liberal, dirigido por Alberto Gil Novales (Madrid, 1991), entre miles de menciones, no aparece el nombre de López y Espila, a quien corresponde, desde luego, un lugar notable entre los españoles que asumieron, en momentos difíciles, la defensa de los valores constitucionales.