CÓRDOBA HUERTA, Julián

Minglanilla 04-04-1942

Curioso y buen ejemplo de la fugacidad de la gloria política: llegó a acumular todos los poderes locales, secretario provincial del partido, presidente de la Diputación y senador y los perdió de una tacada, para quedar totalmente marginado de la actividad política.

Inicialmente su dedicación fue la hostelería, como propietario de un restaurante que llevaba su nombre, situado en la carretera nacional Madrid-Valencia a su paso por Minglanilla, hasta que alcanzó a ocupar la alcaldía por el PSOE, cargo al que llegó por casualidad tras la instauración de la democracia. Senador en la legislatura 1982-1986, reelegido en este último año y también en las de 1989. Presidente de la Diputación Provincial de Cuenca en la etapa 1987-91, cargo que pudo ocupar tras un largo periodo de dilaciones legalistas provocadas por su antecesor, Pedro Saugar. En el congreso provincial socialista celebrado el 22‑05‑1988 fue elegido secretario general, acumulando así en su persona el máximo poder conocido en la provincia de Cuenca durante la democracia. Al cumplir su mandato en la Diputación, el partido no le renovó la confianza, al obedecer las órdenes emanadas por el presidente Bono, con el que nunca llegó a entenderse y que impuso a Mariano Arribas como presidente.

En el congreso provincial del PSOE celebrado a finales de octubre de 1991 fue definitivamente apartado de la dirección del partido. El informe de gestión presentado por su ejecutiva recibió una mayoría de abstenciones (931 votos) y sólo 584 a favor. Las críticas, que durante los últimos meses venían siendo en voz baja, saltaron a la luz de forma abierta para poner en solfa una gestión que, sin embargo, había dado a los socialistas, meses antes y por primera vez en la historia, todos los triunfos en la provincia. Finalmente, también fue eliminado de las listas al Senado en la convocatoria electoral de 1993, quedando así patente su total marginación del partido. A continuación abandonó definitivamente la política y Cuenca, marchando a Valencia donde reanudó su actividad privada anterior, la de empresario de hostelería, montando un céntrico restaurante

Aunque mantuvo silencio durante varios meses sobre las críticas vertidas desde su propio partido, Julián Córdoba rompió esta actitud con motivo del abandono por la corporación provincial del proyecto de ampliación del Conservatorio de Música. Para ello, el Ayuntamiento de Cuenca había cedido el solar ocupado por la torre y antiguas escuelas de Santo Domingo; sin embargo, la iniciativa quedó interrumpida tras las elecciones e incluso el nuevo equipo de gobierno, a través de su presidente, descalificó el proyecto. En declaraciones a El Día de Cuenca el 3 de septiembre de 1992, Julián Córdoba se lamentó de esta actitud, mostrando su desacuerdo no sólo con el abandono de la idea sino con la forma en que se había producido, acusando de falta de información al equipo directivo de la Diputación y sin tener en cuenta que todos ellos pertenecen al mismo partido