CONVERSA, Cayo

CAYO FAUSTINO CONVERSA MARTÍNEZ

Villar del Saz de Don Guillén 22-04-1869 / Cuenca, 24-11-1954

Abogado, político y alcalde de Cuenca. Tras hacer en su ciudad natal los estudios de Bachillerato, hizo la licenciatura en Derecho en las Universidades de Madrid y Salamanca. Ingresó como letrado en la Diputación Provincial el 30-12-1896, empezando más tarde (1903) a actuar como secretario interino, hasta ocupar el puesto de manera titular en la sesión plenaria del 27-03-1913, para sustituir a Isidro de Molina, jubilado. Fue elegido senador en 1922 pero no llegó a tomar posesión del escaño; en esa época formaba parte del sector encabezado por Eduardo Dato en el Partido Conservador. Alcalde de Cuenca durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), se caracterizó por una insaciable afición hacia las obras públicas, que se plasmaron en la desviación del Huécar por el canal de desagüe que vierte en el Júcar, el inicio del parque del Oeste (hoy de Los Moralejos), el diseño de la Plaza del Mercado, un grupo escolar en el lugar que hoy ocupa la subdelegación del Gobierno, la alineación de la calle Colón desmontando los cerros allí existentes y sobre todo la Plaza de Toros, empresa que le dio una enorme popularidad al satisfacer al fin los anhelos de una afición que lamentaba continuamente la ausencia en la ciudad de un coso en condiciones. Sus contemporáneos destacaron además su enorme capacidad para la oratoria, en el estilo apasionado propio de la época. A lo que hay que añadir una posición siempre autoritaria en cualquier aspecto, lo que llevó a tomar decisiones no siempre ajustadas al Derecho pero por lo común de eficacia directa, que le granjearon simultáneamente la antipatía de sus oponentes y la simpatía del pueblo llano que ensalzaba su eficacia en la gestión. En el tramo final de la etapa primorriverista fue elegido por la Unión Patriótica para participar en la Asamblea Nacional con la que el dictador aspiraba a consolidarse indefinidamente en el poder.

Al producirse la caída del general Primo de Rivera, abandonó la alcaldía y volvió a ocupar su puesto como secretario de la Diputación, aunque consciente de que su presencia no era bien vista, gestionó y obtuvo una jubilación anticipada por incapacidad física. Al llegar el gobierno de la República, entre los expedientes de revisión que promovieron los nuevos diputados provinciales se encuentra uno que afectaba a Cayo Conversa a partir del hecho de que, como era público y notorio, estaba ejerciendo la actividad privada de abogado, lo que se consideró incompatible con la pensión que disfrutada del órgano provincial, que le fue retirada. Recurrió esta decisión y el tribunal de lo Contencioso-Administrativo falló en su favor en noviembre de 1935.

Antes de entregarse de lleno a la actividad política, en los primeros años del siglo XX colaboró de manera esporádica en algunas publicaciones profesionales como El Foro Conquense.