CHINCHILLA, EL ALFÉREZ

Juan de Chinchilla, nacido en Cuenca, fue un personaje legendario, propio de la España pícara del barroco que con tanta destreza han registrado los escritores de los Siglos de Oro. Las características de este sujeto nos han llegado a través del relato de Muñoz y Soliva quien lo retrata como “uno de esos espadachines pendencieros a quienes solo mirarles es causa de un reto”. Un desafío quiso promover en Cuenca y el corregidor Juan Ibáñez procuró impedirlo; irritado el Chinchilla se hizo fuerte en la torre de San Juan, desde donde ofendía a los sitiadores y a quien había dado la orden de prenderle, hasta que se descolgó por una soga y pudo huir. Volvió en secreto a la ciudad y entonces sí pudieron apresarle, enviándole a galeras, pero con sus artimañas y buenas palabras consiguió que le trataran a cuerpo de rey. Huido de las faenas del mar, regresó a la corte y pretendió adquirir el rango de capitán que se le negó precisamente por haber sido penado, lo que reavivó sus iras antiguas contra el corregidor conquense, en cuya busca volvió a la ciudad pero ya era otro el titular, Diego de Vargas, que retomó las intenciones de su antecesor y puso manos a la obra de prender a Chinchilla. Lo consiguieron en Daroca y de tierras aragonesas lo trajeron a Cuenca, donde confesó de plano sus delitos (que, sin embargo, en este relato no han quedado patentes) y por ello fue condenado a muerte. Al ver que llegaba el momento supremo y tras resistir algún tiempo, “le tocó Dios en el corazón”, se arrepintió de sus maldades y comulgó “y fue tal su devoción, su arrepentimiento y sus acciones y plegarias, que edificó a los que le veían y a la ciudad entera”. Fue condenado a ser arrastrado, ahorcado y cortarle la mano derecha; en el arrastramiento, al pasar ante la puerta de la iglesia de San Juan, hizo larga oración pidiendo por su pobre madre, que también estaba presa. Para rematar su desgracia, el verdugo no actuó con mucha destreza y tuvo que ahorcarlo dos veces, pues la primera resultó infructuosa.

Referencias: Trifón Muñoz y Soliva, Historia de la M. L.e I. Ciudad de Cuenca, y del territorio de su provincia y obispado. Cuenca, 1867, II, pp. 749-750.