Roma ¿? / Roma 13-02-1542

Trigésimoquinto obispo de Cuenca (1537-1542), aunque nunca pisó la diócesis, que fue gobernada en su nombre por el canónigo Reinaldo de Cancellares. Nacido en el seno de una noble familia italiana, antes de ser designado para este obispado había sido protonotario apostólico designado por el papa León X; recibió el capelo cardenalicio con el título de los santos Sergio y Ballo y en nombre del colegio de cardenales viajó a España en 1522 para comunicar su elección al nuevo papa Adriano VI, que se encontraba en Zaragoza. Entonces ya era obispo de Pamplona desde 1520, aunque sin ocupar efectivamente la silla episcopal, exactamente lo mismo que hizo al ser promovido al obispado de Cuenca. Sin embargo, Cesarino pasará a la historia de la diócesis conquense por haber solicitado y obtenido, del papa Paulo III, la autorización para hacer la información de los milagros de san Julián lo que daría paso al reconocimiento de la santidad del segundo obispo de Cuenca.

Referencias: Mateo López, Memorias históricas de Cuenca y su obispado. Edición de Ángel González Palencia. I) Cuenca, 1949; p. 236 / Trifón Muñoz y Soliva, Noticias de todos los señores obispos que han regido la diócesis de Cuenca. Cuenca,1860; pp. 185-186