CARDETE MARTÍNEZ, Fidel

Zafrilla, 21-08-1917 / Cuenca, 17-07-2015

Tras hacer el Bachillerato en Cuenca, estudió la antigua carrera de Filosofía y Letras y en seguida mostró inclinación por la rama especializada en bibliotecas y archivos, en cuyo cuerpo facultativo ingresó, obteniendo inicialmente plaza en Gijón de donde, en cuanto pudo, se trasladó a Cuenca. Contó en ese periodo inicial de su actividad con la simpatía y el consejo de un ilustre conquense, Ángel González Palencia. Ya en nuestra ciudad, fue profesor del Instituto Alfonso VIII, desde el que puso las bases para dar forma a la Biblioteca Pública del Estado que lleva el nombre de “Fermín Caballero” y que en aquellos momentos incluía también la gestión del Archivo Provincial.

Profesor interino de Latín desde su toma de posesión el 15-10-1948, nombramiento prorrogado en los cursos siguientes hasta que en el 1956-57 fue nombrado Profesor encargado de cátedra para ser Profesor adjunto interino en el 1959-60 y siguientes, hasta cesar el 30-09-1963 por pasar al Instituto femenino. Durante su estancia en el Instituto Alfonso VIII fue también Administrador de la Residencia-internado y, por nombramiento del director general de Archivos y Bibliotecas del 10-09-1947, director de la Biblioteca del Instituto, que habría de ser el germen de la Biblioteca Pública. Sus primeras gestiones se encaminaron precisamente a conseguir un local propio en el que situar aquellas dependencias y lo encontró en un bajo de la calle Sánchez Vera, “un local destartalado en el que sólo había veinte sillas”. Con tan modesta instalación inició una valiosa labor encaminada a potenciar el uso del servicio público de consultas y préstamo de libros, obteniendo resultados espectaculares que mostraron en seguida la insuficiencia del local. Con paciencia y perseverancia realmente encomiables logró convencer a las autoridades del ministerio de Educación sobre la necesidad de construir en Cuenca un nuevo edificio que cumpliera adecuadamente esos fines; él mismo contactó con Miguel Fisac, entonces ya un arquitecto de prestigio y logró que aceptara el encargo de proyectar el nuevo edificio que habría de recibir el título de Casa de Cultura, albergando en su interior la biblioteca pública “Fermín Caballero”, el Archivo Provincial, un salón de actos y una sala de conferencias, elementos todos que a partir de 1965 se convirtieron en el punto de referencia esencial de la cultura conquense, con una apertura de criterios insólita para la época.

La Casa de Cultura se convirtió de inmediato, no solo en la gran biblioteca de la ciudad y en el depósito del archivo histórico, sino en el motor que impulsó una actividad cultural nunca vista hasta entonces entre nosotros. Por iniciativa de Fidel Cardete, impulsado por un ánimo realmente emprendedor, al amparo de la biblioteca se dio forma a diversas agrupaciones de aficionados al cine, el teatro y la música que a partir de esos momentos (primeros años de la década de los 70) impulsaron en la ciudad un extraordinario panorama de actividades que movilizaron a cientos de ciudadanos. Se jubiló en 1985 y dos años después, el 2 de diciembre de 1987 ingresó en la Real Academia Conquense de Artes y Letras, con un discurso titulado «Alonso de Ojeda, primer conquistador de Indias», en la que ocupó la letra G. Sorprendentemente, el pleno del Ayuntamiento de Cuenca celebrado el 11 de enero de 2017, acordó, con el voto favorable de todos los grupos políticos que integraban la corporación, el nombramiento de hijo adoptivo de Cuenca, dos años después de su fallecimiento.