Iniesta, 1802
Coronel carlista. Nada más comenzar la guerra civil y dinástica tras la muerte de Fernando VII participó en una conspiración a favor del pretendiente, por lo que fue detenido y procesado, pero pudo escapar para reunirse en Chelva con una partida que actuaba en la zona. En los años siguientes se reciben de él esporádicas noticias; así, lo encontramos como capitán de un Batallón de Cuenca a las órdenes del cabecilla Forcadell, actuando en diversas acciones militares en la zona montañosa donde confluyen las provincias de Cuenca y Valencia, incluyendo un encuentro bélico en su propia localidad natal. Lo hicieron prisionero en Barrax y conducido a Chinchilla donde fue canjeado por otros del bando contrario. Volvió a incorporarse a las acciones bélicas en lugares como Ledaña, Vadocañas, Villalgordo del Cabriel y Siete Aguas. No le vino bien el tratado final de la guerra, negándose a reconocer el Convenio de Vergara (1839), retirándose a Graja de Iniesta donde permaneció bajo una estricta vigilancia hasta su muerte, en vísperas de la tercera guerra carlista.
Referencias: José María Álvarez Martínez del Peral, “Conquenses Ilustres”. El Día de Cuenca, 06-06-1928.