CALVO PORTERO, Daniel

N. Cuenca, 1902

Inspector de primera enseñanza y director de «Heraldo de Cuenca», semanario cuyo primer número apareció el 4 de febrero de 1935. Por el de 16 de septiembre fue procesado y absuelto. Antes, en 1921 y durante muy poco tiempo, dirigió El Escolar, subtitulado “Periódico técnico para la difusión de la cultura y el pasatiempo de los niños”. Inicialmente hizo la carrera de Magisterio, que ejerció en Motilla del Palancar entre 1928-1932 para hacerse cargo de una escuela unitaria con 25 alumnos, que amplió y desarrolló hasta transformarla en un grupo con 6 unidades escolares, dos de niños, dos de niñas y dos de párvulos, con 126 alumnos, a la vez que realizó una interesante labor de difusión de la institución escolar entre los padres, mediante charles y coloquios. Promovió una asociación de Amigos de la Escuela, con 162 socios, que formó una biblioteca escolar con 700 volúmenes y una cantina escolar para proporcionar alimento gratuito a 30 niños. De acuerdo con los principios pedagógicos que animaba a aquella generación de maestros implicados en la renovación propugnada por la República, gestionó la compra de una máquina de cine y un proyector de diapositivas. Opositó a inspector de Escuelas y obtuvo plaza en Cuenca, donde se implicó activamente en la vida cultural de la ciudad. En 1934 se le encuentra participando en las Misiones Pedagógicas en Mariana y en otros pueblos conquenses. Al año siguiente encabezó el grupo de personas, entre ellos muchos docentes, que puso en marcha el semanario Heraldo de Cuenca, sin duda el gran periódico republicano de Cuenca, que asumió desde el principio una posición militante y combativa contra quienes desde la ambigüedad e incluso la oposición estaban socavando los principios ideológicos del régimen. con el que estuvo totalmente comprometido y por el que fue movilizado, en el tramo final de la guerra civil, lo que llevó consigo ser sometido a un juicio sumarísimo y al ostracismo profesional al término del conflicto. Cuando llegaron tiempos mejores pudo ser rehabilitado y volvió a ejercer su profesión como inspector, aunque no pudo regresar a Cuenca. Durante ese periodo presentó algunas reclamaciones en reconocimiento de su trabajo anterior y consiguió una sentencia del Tribunal Supremo, de 16-05-1972 por la que se le reconocían los servicios computables a efectos de trienios, lo que finalmente fue recogido por una Orden ministerial (BOE 25-08-1972). La biografía de Daniel Calvo Portero sigue estando pendiente y no solo desde un punto de vista personal sino en el complejo entramado de la enseñanza pública en Cuenca.

Ilustración: Primera página de un ejemplar de Heraldo de Cuenca, del año 1935.

Referencias: José Luis González-Geraldo, “Por la custodia de la memoria colectiva. Siguiendo la huella del inspector Daniel Calvo Portero”. En El Catón. Revista de Investigación y Difusión Cultural del Museo del Niño. Albacete, 2014, núm. 20, pp. 66-71 / Clotilde Navarro García: “La preocupación educativa en un periódico hecho por maestros: Heraldo de Cuenca”. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado. Núm. 15, agosto 1992, pp. 161-169 / Juan Peralta Juárez, Daniel Calvo Portero, un luchador. Barcelona, 2022; DaVinci.